El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Rancagua condenó a ocho años de presidio efectivo a Waldo Segundo Moya Meza en calidad de autor de dos delitos consumados de abuso sexual impropio de dos niñas. Ilícitos registrados entre 2010 y 2018 en la respectiva comuna.
En fallo unánime, el tribunal -integrado por la magistrada María Esperanza Franichevic’ Pedrals (presidenta), el juez César Torres Mesías y la jueza Gloria Calvo Godoy (redactora)- aplicó, además, al sentenciado las penas accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos; inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena; inhabilitación absoluta perpetua para desempeñar cargos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con menores de edad; y las costas del juicio.
Además, Moya Meza fue sentenciado a la interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oído como pariente en los casos que la ley designa y el deber de sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal; y la prohibición de aproximarse a las víctimas o de comunicarse con ellas por cualquier medio, por el mismo lapso que comprende su condena principal.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que el condenado abusó sexualmente de una niña de 6 años en 2010 mientras la víctima estaba en la casa de una amiga de su madre. Mientras que en 2018, otra niña de seis años fue agredida sexualmente por Moya Meza mientras estaba en el domicilio de su abuela.