Un equipo conformado por investigadores de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES), Datavoz y la Universidad Diego Portales (UDP) realizó un estudio para profundizar en los motivos y razones que hay detrás de quienes votan, y aquellos que no lo hacen, en Chile. Para esto, los autores encuestaron presencialmente, entre el 10 de septiembre y 9 de noviembre del año 2022, a 1.500 personas mayores de 18 años en el norte, centro y sur del país.
Respecto a las motivaciones tras el estudio, el académico de la Escuela de Ciencia Política UDP, Cristóbal Rovira, sostiene que “la gran mayoría de las encuestas que se están haciendo hoy en día son online, las cuales no son representativas de la población; sobre todo tienden a sobrerrepresentar a personas más politizadas y que normalmente votan. Dado que ahora el país ha transitado a un sistema con voto obligatorio, resulta particularmente relevante tener datos más fidedignos del universo de votantes”.
Para medir el comportamiento electoral, los autores construyeron la información basándose en la participación de los entrevistados en las últimas tres elecciones con voto voluntario: el plebiscito de entrada, así como la primera y segunda vuelta presidencial del 2021. Luego, en función de las respuestas, se subdividió a los encuestados en tres grupos: aquellos que habían votado en todas las ocasiones, los que lo hacían de manera esporádica y aquellos que nunca habían votado.
Como resultado, el 57% de los encuestados afirmó haber votado en todas las oportunidades en que pudo hacerlo, mientras que aquellos que declararon votar esporádicamente o nunca, se dividieron en 25% y 12%, respectivamente.
El estudio reveló que quienes afirmaron votar regularmente tienen niveles educativos más altos que el promedio de los participantes, siendo además mayoritariamente de clase alta y media. Asimismo, y en relación con sus intereses, se trata de personas que apoyan el régimen democrático, simpatizan con partidos políticos y se encuentran a favor de continuar con el proceso constituyente.
Por otro lado, aquellos que declararon votar de manera esporádica son principalmente de clase media y baja, y en general no tienen educación universitaria. Estas personas, afirma el estudio, no muestran un gran interés por la política, y muchas son indiferentes respecto a un gobierno autoritario o democrático. Sin embargo, también manifestaron estar a favor de continuar con el proceso constituyente.
De manera similar, quienes nunca votan provienen principalmente de las clases media y baja, y pertenecen mayoritariamente al grupo de edad entre 30 y 44 años. Estas personas muestran muy poco interés en la política y también son las que muestran menor apoyo a la democracia. Además, se oponen a la continuación del proceso constituyente y tienen altos valores de conservadurismo moral.
“Dado que ahora tenemos un sistema de voto obligatorio, la gran mayoría de los ciudadanos acudirá a votar, pero lo hará por diversos motivos. Esto quiere decir que para una candidata o candidato ya no será suficiente con movilizar a los votantes convencidos para lograr salir electo, sino que también es importante considerar a personas con poco interés en la política y que anteriormente no han participado, ya que este segmento de la población puede terminar siendo decisivo en el resultado final de los próximos procesos eleccionarios”, concluye Rovira.