“El 18 de octubre es de esos días que quedan grabados en la memoria, pero esto es una mala memoria”. Con estas palabras comenzó su relato Gonzalo Blumel, ex ministro del Interior y de la Secretaría General de la Presidencia, sobre cómo recuerda lo ocurrido el 18 de octubre de 2019, que dio pasó al denominado estallido social en Chile.
A cinco años de esa fecha, Blumel quien actualmente es director del Centro de Estudios Horizontal y autor del libro “La vuelta larga”, mantuvo una extensa conversación junto al analista político Sergio Muñoz Riveros y al escritor y ex canciller Roberto Ampuero, justamente para analizar las “Reflexiones y lecciones del 18-O” en la última edición de la Cátedra Ampuero de la UFT.
Ante las interrogantes de Ampuero sobre qué es lo que llevó al país hasta estas circunstancias en octubre de 2019, Blumel fue enfático en explicar que, si bien “Chile es una democracia en forma, aquí lo que hubo es que se instrumentalizó por parte de ciertos sectores, particularmente de una izquierda radicalizada, los dolores y malestares que había en la sociedad chilena y que siempre habían estado presentes. Porque no hay ninguna sociedad en el mundo que haya logrado resolver todos sus problemas”, expresó.
En su análisis, Blumel dijo que esta instrumentalización se realizó para “lograr ciertos propósitos: echar abajo el gobierno para poder cambiar de cuajo la forma en que democráticamente nos fuimos organizando y dando un cierto sistema de convivencia, que había regido en los últimos 30 años, y un grupo de personas logró que tomara eco en parte de la sociedad”.
Si bien las palabras del ex ministro de la Segpres apuntaron hacia una izquierda radical, el académico y analista político de la USS, Sergio Muñoz Riveros, fue mucho más allá:
“Tenía que haber algo más, mucho más poderoso, porque el estallido tiene que haber costado mucho dinero, muchos millones de dólares”, sostuvo Muñoz Riveros, quien al ahondar en este tema apuntó directamente a fuerzas internacionales: “¿de dónde vino el dinero? ¿quiénes planificaron operaciones mayores como la destrucción del metro? tenía que haber algo más, ¿qué más? otro Estado, el golpe principal vino desde Venezuela, y decir Venezuela es decir Cuba. Lo han confesado incluso, los cabecillas del régimen venezolano: Diosdado Cabello este año en febrero dijo ‘cuando el Presidente Piñera vino a invadir Venezuela’”.
Asimismo, Sergio Muñoz manifestó que se hace necesario que se investiguen los hechos. “Tenemos que saber toda la verdad respecto del estallido. En algún momento tendremos que saber, de alguna manera se conocerá la verdad, no se podrá echar tierra a este asunto. Con otro Congreso y otro Gobierno, no el actual, se atreverán a llevar una investigación a fondo respecto de todo lo que ocurrió”, sentenció.
Futuro político
Respecto al estallido social, si bien Blumel apuntó a “una izquierda radicalizada” también sostuvo que “es importante apuntar a la responsabilidad de los chilenos: uno esperaba un millón de personas protestando contra la violencia, pero fue un poco lo contrario”, aclaró tras hacer notar las diferencias del apoyo expresado por la ciudadanía entre las encuestas políticas de 2019 versus las de 2024 respecto a este tema.
Con miras a las futuras elecciones que se vivirán en Chile, Blumel fue claro definir cuál es el principal desafío que enfrentará su sector político. “El principal problema de Chile es que no hay un horizonte de sentido, un proyecto ni nada que convoque y una a los chilenos. Perdimos aquello de lo que se llamaba ‘proyecto país’ y eso es lo que hay que reconstruir, entonces ahí hay un desafío gigante y para la centro derecha pasa por volver a hacer política”, expresó.
“Hoy lejos el mayor desafío que tiene la centro derecha es consolidar una base política de apoyo para el próximo gobierno, porque lo que no puede volver a pasar es que volvamos al gobierno y al final los parlamentarios vayan para cualquier lado y los partidos para cualquier lado”, añadió el ex ministro del Interior, quien rememoró lo sucedido en octubre de 2019 cuando gobernaba el ex Presidente Piñera: “Eso lo que nos pasó después del 18O, tuvimos momentos donde la coalición mantuvo una cierta disciplina, pero pasado lo peor ahí cundió la falta de liderazgo y proyecto, y al Presidente Piñera lo dejaron solo y eso generó gravísimos contratiempos que hicieron más complejos los problemas que enfrentaba Chile”.
