¿Cómo son las y los candidatos de las pasadas elecciones y cuáles son sus similitudes y diferencias con la ciudadanía respecto a apreciaciones y creencias en dimensiones como percepción del conflicto, desafección del sistema político y descrédito hacia las instituciones? El presente estudio otorga una caracterización ante la irrupción de candidaturas ‘plebeyas’, novatas y alejadas del poder tradicional.
A través de un seminario virtual este miércoles 6 a las 17:00 horas se presentan los resultados de este trabajo de investigación, resultado del convenio de colaboración entre COES y SERVEL, busca describir y analizar los perfiles y trayectorias político-sociales de quienes fueron candidatas y candidatos a los cargos de Convencional Constitucional, Alcaldes y Concejales durante las elecciones de 15 y 16 de mayo del año 2021. El objetivo es aportar a la comprensión de los cambios que se están llevando a cabo en el sistema político chileno tras la alza de protestas y acciones colectivas durante la última década.
El estudio cuantitativo cuenta con un total de 3.035 casos y busca caracterizar y comparar las percepciones y creencias que tienen los candidatos con aquellas que la ciudadanía muestra sobre diferentes temas. En ese sentido se obtuvieron datos sobre las percepciones y opiniones de la “ciudadanía” de diversas fuentes tales como: Estudio Longitudinal Social de Chile, (ELSOC) (en sus versiones 2018, 2019 y 2020), el Censo 2017, la encuesta International Social Survey Programme 2019, entre otras.
En la encuesta se entrevistó al 18% de los candidato/as a concejal, 17% de los candidatos/as a alcalde y el 25% de los candidatos/as a convencional constituyente. Los resultados demuestran la fuerte presencia de fuerzas políticas no tradicionales (independientes o partidos pequeños) en las elecciones, principalmente respecto a los convencionales constituyentes y los alcaldes donde el 56% y el 51% de los candidatos respectivamente cae en esta categoría. Por otra parte, en las elecciones a concejales parecieran haber predominado los pactos tradicionales.
Este contraste se mantiene en el ámbito de la afiliación política donde la mayoría de quienes postularon a concejal militan en un partido político y el 62% de las candidaturas a este cargo se definieron por nominación partidaria. En el otro lado del espectro se ubican las las candidaturas a alcalde y convencionales constituyentes donde la mayoría son independientes fuera de un pacto y el 56% de las candidaturas fueron definidas fuera de partidos apoyándose en organizaciones sociales y territoriales.
En cuanto a la participación previa en cargos políticos o de elección popular la encuesta revela candidaturas en su mayoría nuevas o novatas, donde el 86% de los candidatos/as a concejal y el 87% de los candidatos/as a convencionales constituyentes que no han participado en esta clase de cargos con anterioridad. Además, la mayoría de los candidatos a los tres tipos de cargo no tienen algún pariente que haya ejercido un cargo público de elección popular o algún cargo político, por ende no exhiben dotaciones de capital político familiar.
Un punto importante a destacar es la vinculación con los territorios de las candidaturas. En este sentido alrededor del 90% de los candidatos de los diferentes cargos vive en la comuna, región o distrito por el cual se postula. El 71% de los candidatos a convencional constituyente participa en organizaciones de la sociedad civil a diferencia del 53% de los candidatos/as concejal y los candidatos/as a alcalde, quienes deberían tener una vinculación natural con los territorios. Las asociaciones en las que más participan las candidaturas, sobre todo los candidatos/as constituyentes, son las juntas de vecinos y movimientos ciudadanos.
En términos demográficos, la encuesta revela que los candidatos a convencionales constituyentes tienen altos niveles educativos. En concreto, el 79% de ellos tiene educación universitaria completa o postgrados, mientras que solo el 13% de la ciudadanía tiene tales credenciales. En esta línea, se aprecia una “oligarquía de diplomas”, y una brecha con los ciudadanos comunes y corrientes. Respecto a la profesión u oficio de los candidatos, quienes postularon para ser convencionales constituyentes eran en su mayoría profesionales independientes, incluso en mayor medida que los candidatos a alcaldes y concejales. Así, se confirma el carácter más ilustrado de quienes buscaban escribir la nueva Constitución.
Otro punto relevante a considerar es la identificación religiosa de los candidatos. La presente encuesta revela que el 48% de quienes aspiraban a ser constituyentes son “no creyentes”, mientras que solo el 20% se declaró católico. Incluso, los números revelan que los candidatos a convencionales no asisten nunca a servicios religiosos. Este factor es clave y digno de análisis, considerando que las políticas públicas a realizar y la redacción de una nueva carta magna está directamente influida por las creencias personales de los ganadores de cada elección.
En cuanto a la propia identificación de los candidatos a constituyentes, concejales, alcaldes y la ciudadanía respecto a los tres ejes políticos (izquierda-centro-derecha), se aprecian claras diferencias porcentuales. Por ejemplo, el 73% de los candidatos a convencionales se declaró de izquierda, seguido por un 15% que sostuvo ser de centro, y solo 12% de derecha. En el caso de los candidatos a concejales, el 44% se identifica con la izquierda, 24% con el centro y el 32% con la derecha. En tanto, el 51% de los candidatos a alcaldes sostuvieron ser de izquierda, el 24% de centro y el 25% de derecha. La ciudadanía, por otra parte, es la única en la que no predomina la izquierda (30%), ya que el 34% dijo ser de centro, y solo el 22% de derecha.
En este sentido, dicha identificación de los candidatos es proporcional respecto a sus ideas sobre el rol del Estado en la administración de los derechos sociales clásicos. Por ejemplo, el 72% de los candidatos a constituyentes sostuvieron que las pensiones deben ser predominantemente administradas por el Estado, y el 76% dijo lo mismo respecto a la salud. Por el contrario, fue la ciudadanía encuestada quien dio menos porcentaje a la participación al Estado en estos asuntos, en comparación a candidatos a alcaldes, concejales y constituyentes.
Con respecto al nivel de insatisfacción con el funcionamiento de la democracia en Chile los tres grupos de candidatos obtienen un nivel de insatisfacción menos al de la ciudadanía (concejales un 61%, alcaldes 60%, constituyentes 73% -el más cercano a los niveles de la ciudadanía- y ciudadanía un 82%). No obstante, los tres grupos consideran muy mayoritariamente a la democracia como una forma de gobierno preferible a cualquier otra, mientras que la ciudadanía se muestra mucho más indiferente si el régimen es democrático o no.
Un punto en que coinciden tanto la muestra de candidatos como la población general es en la percepción sobre los niveles de corrupción de las instituciones, donde al menos el 50% de los encuestados de cada grupo menciona que existe ‘mucha’ corrupción en todas las instituciones consultadas, con excepción del servicio público. Mientras que para los concejales y alcaldes donde existe mayor corrupción es en el sistema judicial (73% y 68%, respectivamente), para los constituyentes es en carabineros (80%) y para la ciudadanía es en los partidos políticos (69%).
Respecto a las percepciones de conflicto las diferencias son también llamativas: sobre la percepción de conflicto entre el pueblo Mapuche y el Estado chileno supera el 90% entre todos los candidatos, mientras que la percepción ciudadana es levemente menor (81%). Por su parte, también predomina la percepción de un alto nivel de conflictividad de las relaciones entre Santiago y regiones por parte de los candidatos (sobre un 65%), mientras que para la ciudadanía alcanza solo un 35%. Sobre la relación entre ricos y pobres, hay una profunda percepción de conflicto que alcanza un 71% para los candidatos a concejales, 62% para los candidatos a alcalde, 76% para los candidatos a convencionales y un 48% para la ciudadanía. La percepción de conflicto disminuye sobre la relación entre chilenos e inmigrantes, donde los tres grupos de candidatos alcanzan niveles similares a la percepción que posee la ciudadanía sobre este tema: 52% concejales, 47% alcaldes, 53% constituyentes y 45% ciudadanía, consideran que hay ‘bastante conflicto’ entre chilenos e inmigrantes.