La Piedra Oscura: La ejecución del amante de Federico García Lorca

24 marzo, 2023

Por Miguel Alvarado Natali

La Piedra Oscura, es un drama escrito por el poeta y dramaturgo español, Alberto Conejero, y nos cuenta los últimos días de Rapún, el amigo íntimo de García Lorca, hecho ocurrido en plena Guerra Civil Española. Con la dirección de Macarena Baeza de la Fuente, se está presentando en el Teatro Mori de Bellavista en el marco de los 50 años de Golpe de Estado. El título de esta obra no tiene relación con la trama, más bien con un listado de personajes y esbozos de lo que estaría escribiendo Federico García Lorca al momento de ser asesinado en 1936.
Herido y tomado prisionero por los franquistas en un hospital militar, Rafael Rodríguez Rapún compañero de Federico García Lorca, vive sus últimos días en compañía de Sebastián un joven soldado que lo custodia. Aquí carcelero y condenado a muerte entran poco a poco en conversaciones que sacan los sentimientos más profundos de Rapún, quien confiesa ser el amante del gran escritor y convence a Sebastián para que salve unos escritos de García Lorca, que están en un departamento en el centro de Madrid, señalándole la importancia de rescatar esas obras: Podrás mirar a tus hijos y decirles: “Yo salvé esos libros que leéis en el colegio”.

La escenografía realista y sencilla contribuye a la dramaturgia: Un catre de fierro antiguo con un colchón a punto de caducar y un fondo tipo mampara. La carabina en manos del soldado termina por darle el toque preciso a la escena y es suficientemente potente para entregarnos una atmósfera muy bien lograda. En tanto se nota una preocupación por el vestuario que va a dar la caracterización requerida por el elenco. Es una pieza teatral que le da espacio a la música y nos hace remontarnos a la época y a la poesía de Federico Lorca, gracias a los cantos de Alejandra Silva y Cristián Alamos.

Las actuaciones no logran desbordar esa emocionalidad, para la calidad del texto que por momentos es desgarrador. El enfrentamiento de ambos protagonistas se diluye rápidamente, no hay un ritmo continuo en la escena, pero esto se debe a los espacios de tiempos silenciosos que hay en ella. Felipe Zambrano (Yo Manuel) está en el papel del prisionero Rapún, quien nos hace apegarnos a un sufrimiento histórico y va entregándonos un relato desconocido y conmovedor de su vida junto al gran poeta español. Zambrano es bastante sólido en su representación y su voz casi poética llega al fondo de la sala, sin decaer en toda la escena. Por su parte el actor Bernabé Madrigal (La ley de Baltazar) aprovecha bien el espacio escénico, hay momentos que su actuación es vacilante, pero retoma fácilmente. Creo que es el indicado para ese papel, su desplante y su figura se imponen en escena, sin embargo falta ese dramatismo que requiere este tipo de interpretaciones.
Un texto que sorprende por toda la información que nos entrega, pero tal vez esa sea su debilidad -no terminar de desarrollar ningún concepto de los expresados-, como por ejemplo, la homofobia que era terrible por esos años. De todos modos es una puesta en escena que nos invita a reflexionar sobre las diferencias. Al final cuando estas en el lecho de muerte estas ya no lo son tanto. La injusticia de una muerte absurda y el valor de morir por un ideal, pero también la nobleza de abrazar al enemigo y llegar a comprender esa lucha, esa causa o ideología que lo dejó moribundo en una cama esperando un desenlace fatal, nos muestra la resistencia del ser. Hay una punzante crítica a la religión, el condenado a muerte no está dispuesto al perdón ni al arrepentimiento ante un Dios que lo ve morir. Además un poco de obsesión y locura enamoradiza esta en la psiquis del prisionero: “Era la primera vez que besaba a otro hombre. Tenía ganas de Federico, necesidad de Federico y ansiedad de Federico”. No obstante, al personaje se le escapa la felicidad en una sociedad sínica que al dar la vuelta hace retumbar en la cabeza de Rapún esa odiosa palabra “maricón”. En el caso del publico aquí la obra funciona bajo la mirada en que está presentada; la violación de los derechos humanos, ¿ cuántos Rapún existieron después del 11 de septiembre de 1973 en Chile?. La emocionalidad colectiva que tienen presente los asistentes respecto a nuestro proceso histórico, hace que para nosotros tenga más vigencia esta tragedia y eso el texto no lo aporta.

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