Un coro de voces femeninas, protagonistas de sus destinos, de sus locuras, de sus triunfos y fracasos, se compilan en este proyecto creativo literario y musical de la autora/compositora Claudia Jiménez, con temáticas tan diversas como los desafíos – potente y valientes – que enfrentan las mujeres en estos tiempos.
Claudia se describe como artista, escritora, psicóloga, compositora y profesora de Yoga.
Ha dedicado su vida como emprendedora del Coaching empresarial, socia y fundadora de Gestión Vitae y Enacción, empresas consultoras. Tras 25 años de trayectoria en el mundo empresarial, en 2023 toma un giro radical hacia el arte, la música y la escritura.
Este giro coincide con la llegada de los 50 años, que define como un hito que “le pegó” profundamente; alcanzar una edad madura – que puede ser definida como la mitad de la vida – sin pareja, con hijos grandes y sin haber tomado vacaciones seguidas, conectándose profundamente con su ser creativo.
“Voces” es una pieza literaria-musical, que reúne cuentos para adultos en cuatro secciones, cada una de las cuáles tiene un código QR a una canción de su autoría. Son voces de mujeres protagonistas y que abarcan distintos estilos de vivencias y experiencias, con toques de tragicomedia. Si bien la audiencia femenina puede sentirse muy identificada con las historias, éstas pueden ser transversales para la audiencia. “Voces” recolecta diferentes relatos de situaciones y experiencias que son más comunes en las mujeres, divididas en cuatro secciones: Voces mal queridas que se extinguen, Voces fragmentadas en delirio, Voces liberadas sin filtro y Voces que envejecen y se atreven. En el mismo espíritu creativo, Claudia también es la artista detrás de las ilustaciones del libro.
Desde muy joven se expresó a través de la escritura, desarrollando diferentes proyectos, como la historia de su abuela. Sin embargo, “Voces” es el primer proyecto literario que escribe y termina. Hace tiempo desarrolla un taller junto a Nicolás Cruz, quién le ayudó a seleccionar los escritos para el libro.
La música, por otro lado, siempre ha estado presente en su vida. Lo nuevo para ella ha sido la capacidad de componer canciones. Luego de la pandemia, Claudia se encuentra con la guitarra. Ahí comenzó a tocar canciones de artistas que le gustaban, pero poco a poco se atrevió a realizar sus propias composiciones. Es así como tomó uno de los poemas de Mujer Ciberespacial y le puso música. Ese paso fue determinante para ella, lanzándose a explorar en la composición musical; un proceso que, como la escritura, define como ha sido un proceso maravilloso y liberador.