En el contexto referido a la final del fútbol femenino de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, como Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino, declaramos lo siguiente:
Es inaceptable la gestión de la Federación de Fútbol de Chile en torno a la convocatoria de las jugadoras que militan en clubes extranjeros. Independiente a los motivos que llevaron a que hoy no tengamos arquera para la final del fútbol femenino de los Juegos Panamericanos, este hecho es una muestra más del poco profesionalismo y seriedad con el que se maneja el fútbol femenino en Chile.
Tal como lo declaró el presidente de PanamSports, las fechas y reglamentación de los Juegos Panamericanos Santiago 2023 son claros. Los errores en la convocatoria y el fallido intento por arreglarlo solo han logrado provocar una presión en el equipo que no corresponde, sobre todo en las futbolistas que están trabajando por otorgar una medalla al país.
Estos errores administrativos son inadmisibles. Las malas gestiones -que son repetitivas en los años- sabemos que no sucederían en la selección masculina ni tampoco tendríamos la reacción que han tenido algunos medios responsabilizando a las jugadoras.
Rechazamos y criticamos categóricamente la postura que han adoptado algunos medios de comunicación, los que han catalogado la renuncia de Christiane Endler -la mejor arquera de la historia de nuestro país- como un acto egoísta.
Rechazamos también la desinformación generada por algunos medios de comunicación por la coincidencia de su renuncia con el regreso obligatorio ya estipulado por su club, hecho que siempre fue conocido por la Federación de Fútbol.
Apoyamos, respaldamos y agradecemos a las jugadoras Christiane Endler y Antonia Canales, así como a Karen Araya y Camila Sáez, quienes, junto al resto de las futbolistas que siguen en competencia, vuelven a sus clubes en el extranjero luego de llevar a Chile al medallero panamericano.
Agradecemos también a Tiane por estar siempre a disposición de nuestra selección, por su labor en el desarrollo del fútbol femenino en Chile y por todo su trabajo que la llevó a ser una referente para muchas niñas que hoy ven como una posibilidad real dedicarse al fútbol.
La mejor arquera de la historia de nuestro país merece el respeto y la gestión de un país que trabaje por un fútbol femenino profesional.