La programación 2023 se enfocará en la justicia ecosocial; la cocreación; y los 50 años del Golpe, revelando un giro en la gestión hacia nuevos conocimientos en un contexto de cambios globales.
Un musical de Kenita Larraín protagonizado por Pin Montané; un encuentro en Miami entre Allende y Pinochet con la pluma de Alejandra Matus; y dinosaurios que viajan al interior de una célula, son parte de la oferta que podrá ver el público en GAM desde marzo.
¿Cuál será la huella de lo que somos hoy? ¿Qué vida es compatible con el ecosistema que estamos creando? ¿Cuántas vidas y cuántas muertes han surcado este lugar? ¿Qué muere si no se cambia? Esas fueron algunas de las preguntas que se proyectaron en la torre del ex ministerio de defensa durante el lanzamiento de la programación GAM 2023, que se realizó este viernes 20 de enero.
La instancia incluyó un rito artístico vinculado a la naturaleza y performances que invitaron a reflexionar sobre la huella que dejamos como personas y como colectivo. Dos DJ y una fiesta al aire libre cerraron el encuentro que reveló el giro de la gestión de GAM hacia nuevas miradas y formas de trabajo.
Bajo el lema “Somos Huella” GAM presentó así las más de 50 creaciones que buscarán contribuir a tomar consciencia de qué significa ser humano y colaborar en una renovada relación con la naturaleza.
Las líneas curatoriales de este año se relacionan con la huella social y política de los 50 años del Golpe Militar, que hace énfasis en la importancia de la conciencia humana y los efectos que generan nuestros actos en la historia. También la justicia ecosocial con ideas que aportan en cohesión social, buen vivir y democracia y miradas en torno a una conciencia interespecie, que evidencia nuestra ecodependencia. Y finalmente la cocreación, línea que rompe las maneras y distancias entre arte y sociedad.
Este año, junto a las grandes líneas programáticas, se apostará por una estrategia de paridad, donde habrá un equilibrio mayor entre las obras de teatro y danza, con 25 y 20 creaciones respectivamente. Además, habrá misma cantidad de directoras y directores, dramaturgas y dramaturgos.
“Si bien el 2022 tuvimos aún meses de mascarillas y aforos limitados hasta mediados de año, logramos reencantar a nuestra audiencia y recuperamos los niveles de asistencia a espectáculos y visitas al edificio prepandemia. Tuvimos casi medio millón de asistentes a actividades y funciones, lo que equivale a un 54% más que en 2019 y un 292% más que en 2021”, comenta el director ejecutivo de GAM, Felipe Mella, y continúa: “Este año, queremos ser un espacio para relevar la diversidad individual, donde cada rostro tiene algo único que aportar al mundo. #SomosHuella refleja la capacidad de convertir el miedo, la ansiedad y el caos en creatividad. A 50 años del golpe, queremos proteger más que nunca nuestra humanidad y aprender a vivir vidas sostenibles para todos los seres vivos. Queremos ser un espacio para aportar nuevos saberes para que cada persona y como sociedad, podamos asumir que vivimos un trauma colectivo y trabajarlo desde las dimensiones artísticas y culturales. Para ello hemos preparado una programación activando también proyectos de participación y codiseño ciudadano”.
EJES PROGRAMÁTICOS
En la conmemoración de los 50 años del golpe, serán catorce obras de artes escénicas y una exposición que hablarán sobre momentos históricos, abuso de poder y memoria.
Los montajes que recordarán historias reales y de ficción de momentos históricos, son María Isabel, Producción GAM dirigida por Ana Luz Ormazábal, que explorará la figura de María Isabel Matamala (77), destacada feminista chilena y ex militante del MIR que fue detenida en 1975 y llevada a centros de detención. En su encierro y a escondidas, escribió un manifiesto feminista, texto inédito y adelantado a la época que hablaba de la realidad discriminatoria de las mujeres dentro de un partido revolucionario. El documento fue sacado del centro de detención, enviado clandestinamente a Francia para ser publicado, pero desapareció.
Negra, la enfermera del General, de Bosco Cayo, será protagonizada por Roxana Naranjo, Pablo Schwartz, Paola Giannini y dirigida por Aliocha de la Sotta. Allí se relatará la historia de la enfermera que asistió a Pinochet en Londres y que da un discurso ante las cámaras del mundo para confirmar su deterioro mental. Años después, deberá retornar a Chile encubierta y enfrentando el odio de su pueblo y de su familia.
En El asilo contra la opresión, coproducción con Teatro del Biobío, donde debutará la periodista Alejandra Matus como dramaturga, Los Contadores Auditores dirigirán con humor negro una ficción donde se inyecta a Salvador Allende y a Augusto Pinochet un suero experimental que los vuelve inmortales por un acuerdo entre la KGB y la CIA. Alojados en un asilo de ancianos ultrasecreto en Miami, entablan algo parecido a una amistad gracias a la amnesia de Allende, sin embargo la llegada de Lucía Hiriart (Natalia Valdebenito), que ha recibido también el suero, será una amenaza para todos.
También se estrenará Colicidio, una obra de Pablo Dubott dirigida por Jimmy Daccarett, que explorará el caso de una artista trans chilena que a fines de los 80 dirige un bar LGBTIQ+ y que comienza a recibir las visitas de una travesti asesinada en la dictadura. Esta sátira paranormal hablará a través de números musicales, del deseo de un cambio, la transición de la dictadura a la democracia y las batallas perdidas de la comunidad LGBTIQ+.
Tryo Teatro Banda, compañía especializada en escenificar episodios de las distintas etapas de la historia de Chile estrenará Conmemoración, un viaje teatral-musical por los acontecimientos que provocaron la dictadura militar en Chile desde un punto de vista juglaresco. Dirigida por Sebastián Vila y en coproducción con Parque Cultural de Valparaíso, la obra abordará el día mismo del golpe de estado y etapas relevantes de la historia chilena y extranjera como las salitreras, la revolución cubana, la reforma agraria y la Guerra Fría.
La obra La Cacería del Colectivo Plataforma Mono, buscará reflexionar desde la danza sobre la muerte y la historia, para reafirmar que nuestras vivencias ya han sido vividas por muchos cuerpos como costo de una globalización apresurada.
El abuso de poder estará presente en esta línea curatorial con El Traje del Novio, dirigido por Héctor Morales. La obra abordará una de las repercusiones que trajo la dictadura: la historia de uno de los miles de niños que fueron adoptados de manera ilegal por familias extranjeras. El montaje denuncia esta práctica de secuestro en una puesta en escena emotiva sobre las heridas de un periodo oscuro con las actuaciones de Diana Sanz y Guilherme Sepúlveda.
Antuco será tragedia que abordará la compañía Silencio Blanco con marionetas para poner en escena la crudeza de la militarización de niños y jóvenes. O el abuso de poder heredado en ámbitos educativos y que hoy se observan en los graves casos de acoso y violencia escolar, como será la obra Un caso aislado, dirigido por Catalina Cerda con Alexandra Von Hummel y Jorge Arecheta.
Las obras de los 50 años también tocarán el tema de la memoria del propio edificio GAM. Desde la danza, Rocío Rivera y la compañía MundoMoebio de Valparaíso, estrenarán Desprender. Usando lenguajes multidisciplinarios que combinan arte y ciencia, sus integrantes junto con el público experimentarán un proceso de transformación física del Edificio GAM en un viaje multisensorial.
El proyecto Centinelas de la coreógrafa Betania González, realizará una performance familiar en la plaza central que narrará a los niños sucesos de nuestra historia, desde la dictadura hasta la revuelta social de los últimos años. Asimismo, se realizarán experiencias en el territorio con la obra 50 x 50, la obra interrumpida, una investigación de Pablo Andrade que llevará al público a un recorrido por el eje Alameda para unir e intervenir el GAM con la Fundación Salvador Allende en calle República. Y Monumentos efímeros, recorrido de Camila Lebert, buscará relevar los procesos de segregación urbana ocurridos en la dictadura cívico militar. En este walking tour, un grupo de personas será dirigido por una guía turística para visitar ficcionados monumentos urbanos para reimaginar las estrategias segregadoras de la industria inmobiliaria por sobre los derechos de vivienda de la ciudadanía.
Finalmente, la relación histórica de GAM con las artes visuales será puesto en valor junto al Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA), será una exposición que nos transportará a meses anteriores al 11 de septiembre de 1973, donde ambas instituciones jugaban un rol importante en estrechar los vínculos entre ciudadanía y arte. Se pondrá la mirada en los principios culturales de la UP y en las obras del MSSA que estuvieron expuestas en el edificio de la UNCTAD y que desaparecieron tras el golpe, como las de Gracia Barrios y las Bordadoras de Isla Negra.
El eje de Justicia ecosocial, tendrá otros 20 estrenos que hablarán sobre temas medioambientales, sostenibilidad ecológica, la vida en el planeta, y a su vez, sobre el ser humano y no humano, cómo el habitar del mundo, cómo nos relacionamos con nuestros pares, con otros seres y con el medio que nos rodea.
La directora de programación, María José Cifuentes amplía la mirada curatorial: «Entendemos la justicia ecosocial con propuestas sobre la conciencia de lo humano y con ello ideas de cohesión social, migración, igualdad, feminismo, buen vivir y democracia; y por otro lado miradas sobre lo no-humano, con visiones críticas en torno a los modelos existentes y la toma de conciencia frente a la crisis ecológica actual».
Para comprendernos como seres humanos, GAM evocará la figura de Humberto Maturana con la obra A los pies del árbol, intervención teatral con una selección de textos extraídos del libro “El árbol del conocimiento”, que será dirigido por Manuela Oyarzun e interpretado por Patricia Rivadeneira.
En esta misma línea se presentará Diccionario para un mañana de Nicole Sazo. La obra invitará a comprender el ser humano a través del lenguaje, donde una mujer sorda y otra oyente se encuentran para expandir los límites del convivir y ser en el lenguaje. La compañía Teatro de Ocasión, presentará Vuelas y vuelos, un espectáculo musical que nos conectará con la memoria y el recuerdo para bucear en nuestra historia y en los lazos que nos unen como humanidad… todo con elásticos, linternas y canciones.
Maneras de salir, de la coreógrafa Varinia Canto, develará desde el movimiento los múltiples mapas conceptuales que nos constituyen. Cuatro performers bailarán y hablarán al mismo tiempo mientras que sus cuerpos oscilan entre distintas etapas de la evolución humana y animal. En PUSH, la nueva creación del coreógrafo Pepo Urrea Silva, se abordará la divinidad en el caos de la existencia actual, mediante el beso como acto de resensibilizacion colectiva y potencia sagrada, integrando la danza y las artes visuales.
De igual manera la obra Nube del coreógrafo José Luis Vidal quien vuelve al espacio escénico, propondrá un dispositivo escénico inmersivo para generar un viaje personal y de sanación que nos reconecte con el colectivo.
Identidad y migración llegarán de la mano de Trinario, colaboración entre los coreógrafos Cristóbal Cea (Concepción) y Miquel Barcelona (Cataluña), que cuestionará el discurso del cuerpo que migra, con historias de desplazamiento, identidad y lo binario. En Estuario al Fin del Mundo de la compañía Teatro la Obra, la directora Giselle Sparza abordará las experiencias de migración desde la infancia, con testimonios de niños/as chilenos/as que crecieron en el exilio, conectándolas con historias de quienes han llegado a Chile en los últimos años.
Apelando a nuestra idiosincrasia chilena, llegará Kenita, una comedia musical negra sobre a la imagen de María Eugenia Larraín en coproducción con Matucana 100. Protagonizada por Pin Montané, la obra reflejará la época donde la violencia ejercida sobre los cuerpos de las mujeres de televisión era invisibilizada. Con dramaturgia de Carla Zuñiga y dirección de Nicole Senerman, la obra recorrerá los diferentes pasajes de su vida y la falta de credibilidad de los chilenos hacía sus testimonios y denuncias.
Fragmentos del dramaturgo sueco Lars Norénes, llegará de la mano de Marcos Guzmán, como una historia coral en torno a ciudadanos invisibles que sobreviven en una gran urbe. La pieza leerá la crisis actual a través de distintos fragmentos de vidas; un taxista inmigrante con ataques de ira, una hija con recuerdos de abuso filial, una madre que esconde a su hijo en el ropero y un adulto mayor abusado por un enfermero.
La reivindicación de los derechos no humanos y la conexión interespecie serán tema en Qué sueñan las ballenas, de las coreógrafas Francisca Espinoza, Gabriela Serani y Alexandra Muller. Desde la danza, se abordará la sonoridad de la ballena, sus modos de comportamiento y su hábitat. En Caracol, de la compañía La Poética Ilustrada, un pequeño molusco que vive en la ciudad decidirá un viaje para descubrir y comprender la belleza de la naturaleza. Aventura celular contará la historia de dos dinosaurias que se sumergirán en un viaje mágico hacia el interior de una célula, generando conciencia de la conexión entre naturaleza y microorganismos al interior de nuestros cuerpos. La creación colectiva ALLQU YANA o porque los perros negros son más buenos rescatará la relación de lo humano con la naturaleza, mediante el vínculo entre un perro y su dueña. Inspirada en un relato oral andino, narra la historia del pueblo de Sunquyuq, donde sólo es posible cruzar el Mar de la Muerte sobre la nariz de un perro negro.
En cuanto a la relación del cuerpo con la naturaleza, la obra Thetys buscará reflexionar con perspectivas ecosomáticas en la relación del cuerpo con elementos minerales y ecosistemas naturales. La obra es una colaboración entre las bailarinas Claudia Vicuña y Daniela Marini, con la filósofa francesa Marie Bardet. En esa misma línea, Develar, de la coreógrafa Daniela Santibáñez, indagará en la relación del cuerpo con la luz, abordando la desaparición y la presencia, mediante la relación sutil entre la luz y la sombra. Por su parte la obra Cosmic Microwave de la compañía Oktopus, abordará el cuerpo cósmico y la relación somática con el universo y los ciclos de vida.
Los derechos de la naturaleza llegarán con el teatro documental Trilogía Pacífico del dramaturgo chileno Txalo Toloza y la coreógrafa española Laida Azkona. Serán tres obras que hablarán sobre explotación de recursos en Sudamérica: el extractivismo del salitre en Chile en “Extraños mares arden”, la usurpación de territorios mapuches en la Patagonia argentina en “Tierras del sur” y la explotación de la Amazonía por el ex presidente Jair Bolsonaro en “Teatro Amazonas”.
La artista Amanda Piña se inspirará con su obra Danzas Climáticas en la cordillera de los Andes, que se encuentra amenazada por la extracción minera. Por medio de la danza enfatizarán la pérdida de los recursos del agua y la desconexión social frente al ecocidio. En Paisaje Vértice, se invitará al espectador a vivir el mundo de una manera poética, donde los cuerpos y objetos se organizarán para construir y deconstruir nuevos lugares.
La interespecie, también será planteada desde la existencia humana y su relación con el mundo extraterrestre. Es así cómo se integrarán a la programación 2023 obras como El gran Silencio, montaje de las compañías Terrícola y Circo Virtual, con tres relatos de ciencia ficción unidos por la temática extraterrestre y las esculturas lumínicas, que abordan desde el circo una visión crítica sobre aquello intangible que define lo humano. Niñe Alien indagará en el gran temor de la infancia: la oscuridad. En una nave espacial, un callcenter que recibe llamadas de toda la vía láctea, escucha la petición de auxilio de un Niñe Alien que se encuentra atrapado en un planeta sin luz.
Finalmente la exposición Murales Comunitarios nos hablará del desierto de Atacama, sus colores y hábitats. A cargo del pintor Sebastián Gross, se instalarán nuevos imaginarios sobre los paisajes desérticos en un proyecto transformará en hitos algunas de las rutas más transitadas de esta geografía.
En la línea de Cocreación, varias obras buscarán una nueva forma de participación como respuesta para romper las maneras y distancias entre arte y sociedad: “GAM este 2023, busca reforzar su compromiso social como espacio de encuentro y de aporte al desarrollo social. Este eje programático devela la necesidad de la comunidad artística por integrar al otro en la experiencia creativa, para aportar con sus conocimientos a nuestra sociedad y ser un aporte en temas de salud mental y construcción de tejido social”, comenta María José Cifuentes.
La segunda parte de Paisajes para no colorear de Marco Layera, que se titulará La posibilidad de la ternura, cruzará un sinnúmero de relatos e imaginarios de adolescentes masculinos entre los 14 y 17 años. Ellos participarán no sólo como intérpretes, sino también como autores de una puesta en escena que explorará la masculinidad, la estigmatización, la violencia y la virilidad.
Granada de Paula Aros Gho llegará ahora en presencial para revelar la violencia patriarcal arraigada en nuestra cultura hace más de 3 mil años. Marcela Salinas, Belén Herrera y Héctor Morales presentarán la historia griega de la violación de Pérsefone por su tío Hades en el Olimpo. Estéticamente, la obra se hace cargo del sitio donde se instala, generando nuevos vínculos de la ciudadanía con los espacios públicos. La audiencia será testigo a distancia con audífonos que transmitirán la voz de una mujer que intenta encontrar el punto de origen de la violencia patriarcal.
Andar de Denisse Duarte, se desmarcará del teatro tradicional haciendo que el público participe de la construcción de una dramaturgia en vivo. La obra invitará de forma persuasiva a un intercambio lúdico con el espectador, quién al responder preguntas propuestas por la obra, se irá integrando al hacer escénico de manera inesperada.
Otro proyecto de creación colectiva será La Yapa, una acción de arte público itinerante en calle desarrollada por Aye Cultura Social de la región del Biobío con la comunidad. Máscaras, interacción con el entorno y experiencia visual, configurarán un encuentro en la plaza donde el devenir de lo cotidiano nos atropellará.
Creado y dirigido por el artista Daniel Marabolí y su equipo Escuadrón Remix, Charquicancán será un proyecto transdisciplinar que conjugará cocina, sonido, música y danza. Los intérpretes prepararán un plato de cocina en vivo, creando patrones rítmicos-musicales bailables, y un despliegue visual y olfativo que concluirá en la degustación del plato preparado.
En artes visuales, la colaboración será clave en dos relevantes proyectos: Sindemia, de la artista chilena Voluspa Jarpa, será una exposición sobre el estallido social con distintas voces y disciplinas que analizan la protesta social, sus orígenes y sus efectos. Serán videos, instalaciones, cartografías, animaciones, testimonios, fotografías, dibujos, pinturas y objetos.
Y en Espacios hablados de la pintora y fotógrafa Carola Sepúlveda, la crisis sanitaria por la pandemia Covid-19 se verá reflejada en una instalación con estructuras cilíndricas que contienen una serie de piezas de mediano y pequeño formato en su interior. Habrá papel japonés con sombras retroproyectadas, impresiones de sombras sobre papel, óleos sobre tela y una instalación-diseño sonoro.
Finalmente habrá un par de obras internacionales como A la sombra de la doncella, segunda y última etapa de la nueva creación del coreógrafo Mathieu Guilhaumon, que será interpretada por Marie-Agnès Gillot, primera bailarina estrella de la Ópera de París. La coproducción con Banch, enfrentará a dos bailarines en un diálogo bailado entre la sombra y la luz junto a la emblemática obra de Franz Schubert (La muerte y La doncella). Será un estreno mundial en colaboración con el Festival des 8 de Collioure (Francia).
Un proyecto que unirá el flamenco con la música chilena, será Envioletá, un proyecto híbrido que pretende pensar y danzar parte del legado poético, sonoro y performativo de la cantora chilena Violeta Parra. Dirigida por Javiera de la Fuente, la obra indagará en una etapa oculta e iniciática en que Violeta se sumergiera en el mundo de la canción popular andaluza.
En Bate Fado, se unirá la tradición del canto portugués con la danza. Serán cinco bailarines, un fadista y cuatro músicos, que dirigidos por Jonas & Lander, reinterpretarán el fado acompañado de zapateados, percusión y guitarras. Así pues, este espectáculo representa el primer paso para recuperar la danza que el fado perdió.
Desde Uruguay, llegará Constante, basada en la comedia de Calderón de la Barca. En la obra, un dinero ruso de dudosa procedencia permite hacer una coproducción internacional del clásico del teatro, sin embargo, la obra fracasa y su escenografía será el nudo de peleas, sueños y crímenes. El montaje internacional propone hacer un “Calderón al cubo”, pues es dirigida y adaptada por Guillermo Calderón y Gabriel Calderón.
Como cada año, la música no estará ajena a las salas de GAM. Se abrirá una convocatoria para solistas y bandas que quieran postular a residencias de creación, conciertos de música popular o de música experimental.
Programación completa en gam.cl