El Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó hoy a Felipe Andrés Rojas Lobos a la pena única de presidio perpetuo calificado, en calidad de autor de los delitos consumados de violación con homicidio y aborto. Ilícitos perpetrado en febrero de 2018, en la comuna de Conchalí.
En fallo unánime, el tribunal –integrado por los magistrados Raúl Díaz Manosalva (presidente), Gloria Canales Abarca y Eduardo Gallardo Frías (redactor)– dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que a eso de las 17:30 horas del 10 de febrero de 2018, la víctima Fernanda Maciel Correa, previo acuerdo con Felipe Andrés Rojas Lobos, su vecino y amigo, concurrió hasta el inmueble utilizado como bodega, ubicado en la comuna de Conchalí, donde él trabajaba. Estando solos dentro de ese lugar, se abalanzó violentamente sobre ella por la espalda, aplicando fuerza y venciendo su resistencia, tras lo cual procedió a violarla y posteriormente, la mató.
El hecho, ocurrió cuando la víctima presentaba un embarazo avanzado de aproximadamente siete meses de gestación, por lo que, ante las acciones referidas con anterioridad, Rojas Lobos, también causó la muerte del feto en gestación. “Por último, con el fin de ocultar sus delitos, enterró el cadáver de la víctima en el patio posterior del inmueble citado y se deshizo del teléfono celular que ésta portaba”, establece el fallo.
Perspectiva de género
En cuanto a la ponderación de la pena, el tribunal tuvo a la vista que “el delito perpetrado no sólo lesionó los bienes jurídicos de la vida y la libertad sexual, sino que truncó y frustró un proyecto de vida y familiar, de una mujer joven que se aprestaba a gestar una hija que ya tenía plena viabilidad para nacer y vivir. Es decir, hecha la compensación racional, no cabe sino concluir que el marco penal aplicable en este concurso ideal heterogéneo, en cualquier caso, corresponde a la pena mayor asignada al delito más grave”.
Respecto a la perspectiva de género con que se abordó la resolución, los sentenciadores consideraron que “(…) el hecho de que Felipe Rojas haya dado muerte a la víctima precisamente en el contexto de una violación revela no sólo un desprecio por su vida, sino también por su autonomía e indemnidad sexual. Aún más: la violencia contra la mujer en el caso que nos ocupa se extiende más allá de su vida y libertad sexual, ya que la acción perpetrada por el acusado consistente en causarle un aborto violento no consentido, no sólo atentaron contra la vida dependiente del nasciturus, sino que configuró un total desdén por su maternidad; derecho reproductivo que tiene sin duda alguna una dimensión de género en tanto constituyen una derivación de la autonomía de una mujer que en este caso había resuelto llevar adelante su embarazo”.
“Finalmente, la particular gravedad del delito, unido a las consideraciones ya efectuadas, permiten concluir que la pena que se impondrá -la más grave en el ordenamiento penal chileno- resulta condigna con los hechos que han sido sometidos a la adjudicación de estos jueces. En tal sentido, como sostiene Roxin, la imposición de la pena supone una concreción de sus fines tanto preventivo generales como especiales por igual, pues, afirma el maestro alemán que, “mientras más grave sea el delito, tanto más exige la prevención general un agotamiento de la medida de culpabilidad. Y es que, cuando se trata de delitos gravísimos, la confianza en el ordenamiento jurídico solamente puede mantenerse y la paz jurídica sólo puede restablecerse cuando se produzca una represión adecuada a la culpabilidad”, concluye la resolución.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar sus respectivas huellas genéticas e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
Además, impuso a Rojas Lobos las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, por el tiempo de vida del condenado, y su sujeción a la vigilancia de la autoridad por el máximo que establece el Código Penal.
En la causa, el tribunal decretó la absolución de Rojos Lobos de los cargos formulados en su contra por el Ministerio Público, que lo sindicaban como autor de los delitos de inhumación ilegal, hurto simple, secuestro con homicidio y violación reiterada.
