La inauguración de un proyecto que partió hace siete meses y que favorecerá a mujeres privadas de libertad, se concretó en el Centro Penitenciario (CET) Biobío, gracias a un convenio de colaboración con la Unidad Sello Identitario de la UCSC, que permitió la habilitación y ejecución de un taller de telar y bordado, permitiendo una alternativa de reinserción laboral a doce internas.
En la ceremonia, el Arzobispo de Concepción, Monseñor Fernando Chomali, manifestó que la vocación más genuina de la Iglesia Católica es estar con quienes más lo necesitan.
“Nuestro llamado es a estar y servir como puentes entre quienes más lo necesitan, estar en la cárcel, en los hospitales. El protagonismo hoy, es de ellas, de estas mujeres que están asumiendo un compromiso y necesitan una oportunidad”, afirmó.
En la actividad de apertura también participó el Coronel Néstor Flores, Jefe Interno del complejo penitenciario, quien agradeció a la UCSC la herramienta que entrega a las internas y aseguró que para ellas, “contar con una alternativa laboral al salir del sistema, puede ayudarlas de manera muy significativa a propiciar una real reinserción efectiva”.
En el encuentro, el Rector de la UCSC, Dr. Cristhian Mellado, se refirió a la misión de la Universidad y a la alianza generada con la fundación “Mujer Levántate”. “Hoy estamos frente a doce historias y doce familias que esperamos ayudar a materializar sus sueños”.
La autoridad universitaria sostuvo que, “este lugar no nos es ajeno, muy por el contrario, en estos 32 años de existencia, hemos cultivado alianza y colaboración con la Institución de Gendarmería, propiciando distintos proyectos al interior del Centro Penitenciario, bajo el claro convencimiento que con las herramientas adecuadas y la voluntad de las partes, siendo el centro la educación, se abren nuevas oportunidades y se vislumbra un futuro mejor”.
Recordemos que la fundación Mujer Levántate es una agrupación sin fines de lucro, que hace más de 15 años apoya el proceso postpenitenciario, a través de programas de acompañamiento psicosocial que favorecen el desarrollo de competencias socioemocionales y laborales.
Nace gracias al trabajo de la Hermana Nelly León, de la Congregación del Buen Pastor, y el Padre Alfonso Baeza, quienes compartían la convicción de promover la dignidad de las mujeres privadas de libertad y restituirles sus derechos como personas.
En el 2008 fundan una casa de acogida a pasos de la cárcel de mujeres de Santiago, transformándose en la fundación Mujer Levántate. En la actualidad, desarrollan un programa integral que actualmente acoge a un promedio de 100 mujeres al año, impactando así la vida de más de 300 niños y niñas.