En una concurrida ceremonia se dio inicio al año académico 2023 de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, acto solemne que contó con el discurso inaugural de la rectora de la institución, Dra. Elisa Araya Cortez, y la presentación de una clase magistral realizada por el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana Calderón.
El encuentro tuvo un especial énfasis en la importancia de la calidad de la enseñanza y las pedagogías. Así, la rectora Araya indicó que “como UMCE, creemos que es un desafío para el país declarar los próximos 10 años como la década de la educación. Necesitamos transformaciones profundas y robustas, inversión pública no solo en infraestructura, sino también en formación inicial docente, en investigación en Pedagogía y en cambios curriculares que se requieren. La UMCE es necesaria para este país. La invitación es hacer posible ese camino con el trabajo, cariño y tesón que esta comunidad conoce muy bien”.
En esta línea, el subsecretario abordó el valor de la enseñanza de la Pedagogía, no solo como un instrumento de educación, sino que reconociendo el rol de la UMCE como una institución que es capaz de reformular su visión, señalando que “por la historia, por el hecho de que recibe a los sectores populares, se puede plantear la construcción de una pedagogía de la dignidad, entender cuál es la enseñanza de esa nueva sociedad que surge, que abraza de manera intensiva la tecnología”.
En la instancia, el subsecretario realizó la charla magistral “Desafíos de la educación superior para el siglo XXI”, donde abordó aspectos históricos acerca de la Pedagogía en nuestro país, la reforma universitaria de 1965 y el quiebre luego del golpe de Estado, para dar paso al sistema de educación superior que hoy nos rige.
Sobre este punto, la rectora Elisa Araya destacó la importancia de la memoria. “Estamos viviendo una época muy importante, a 50 años de la conmemoración de la fractura de la democracia por un golpe cívico militar. Este tiempo ha transformado la vida política, social, económica y cultural del país (…). Es importante, independiente desde dónde miremos, conversar de estos temas, porque son los que sanan, reparan y hacen posible la no repetición”.
Acerca de los desafíos que tiene la educación superior, el subsecretario Orellana instó a analizar la situación actual: “Qué duda cabe que es necesario reconstruir, fortalecer la educación superior del Estado, también bajo el principio de la realidad y de que necesitamos una guía general para el sistema en su conjunto. Estos desafíos que yo planteo acá no son otra cosa que poner la educación superior al servicio del desarrollo de una sociedad más igualitaria”.
Además, destacó el requerimiento presidencial orientado a que “tenemos el compromiso de terminar con el financiamiento basado en el endeudamiento y avanzar en la elaboración de una propuesta para condonar la deuda educativa, y para modernizar nuestro sistema con instrumentos que ya no reduzcan el desarrollo de la educación superior a la oferta y la demanda, para que las instituciones tengan esquemas de financiamiento estables, proyectables en el tiempo”.