Un mito común sobre la inversión es pensar que la única forma de hacerlo es contando con todo el capital para pagar el pie. Pero la realidad es que existen maneras de comprar un departamento sin considerar ese gasto inmediato para invertir.
Empecemos por tener claro qué es el pie en este contexto. Se trata del término por el cual en Chile designamos a la cuota inicial que se debe pagar para obtener un crédito hipotecario. Esto le da al banco o a cualquier otra entidad de financiamiento una garantía respecto a la capacidad y responsabilidad financiera del deudor.
Una gran noticia, es que actualmente los bancos están empezando nuevamente a financiar hasta el 90% de las propiedades, por lo que el inversionista no necesariamente debe tener grandes sumas para iniciar una compra, entregando desde un 10 a un 20% de pie en variadas cuotas, eliminando la barrera para invertir.
“Se puede financiar una propiedad con poco o nada de pie, entendiendo que algunos bancos están prestando hasta el 90%, dependiendo el perfil de cada persona. En este caso, se puede complementar con un bono pié, que en el caso que te dan el 80%, la idea es que puedas dar ese 10% en variadas cuotas, o un 90% sin tener que poner nada al momento de la compra”, asegura Francisco Rocha, CEO de Propital.
Si bien en el caso de la compra con entrega futura igualmente no dispones del bien raíz hasta que no termina la construcción, puedes aprovechar que podría ganar plusvalía con el tiempo. Esto podría suponer más rentabilidad para ti a futuro. Además, según Rocha, “una gran mayoría de las inmobiliarias, entregan opciones desde 18 cuotas hasta incluso 60 meses, lo cual hace más accesible y democrático el acceso al proceso”