Hasta la intersección de Martinez de Rozas con San Pablo llegaron a primera hora de esta mañana equipos de la Policía de Investigaciones y la Municipalidad de Santiago para dar curso al desalojo de siete propiedades tomadas en comisión de delito.
“Hoy día estamos sumando seis nuevos inmuebles y un cité a la recuperación de lugares que habían sido tomados por la delincuencia por el crimen organizado o por el narcotráfico”, dijo la alcaldesa Irací Hassler. “Con esto estamos avanzando en más tranquilidad para nuestros barrios. De hecho, el barrio Yungay es el que más inmuebles ha tenido recuperados y eso habla justamente de un trabajo sistemático, porque lamentablemente durante años anteriores hubo personas, e incluso hubo bandas, que quisieron tener un control territorial de distintos sectores y, ante eso, hemos generado un trabajo interinstitucional, un trabajo decidido, sistemático y que hoy día da nuevamente resultados”.
En el procedimiento, el personal policial detuvo a una persona con una orden de detención vigente y encontró un arma no inscrita, así como drogas. Además, diez personas fueron trasladadas a control migratorio.
“En hora de la mañana, personal multidisciplinario de la Policía de Investigaciones de Chile realizó irrupción en diversos domicilios con órdenes de entrada y registro por infracción a la ley de droga y usurpación violenta en el inmueble”, señaló Rodrigo Fuentes, jefe de la Región Policial Metropolitana de Santiago
Tras la entrada, personal municipal comenzó el trabajo para la reubicación de las personas que vivían en estas propiedades y que estaban afectadas por subarriendos abusivos, así como para el cierre de la propiedad y la instalación de medidas de seguridad, para evitar que la propiedad sea retomada.
De esta manera, la estrategia de recuperación de casas tomadas en comisión de delito, iniciada en abril del año pasado, llegó hasta las 76 viviendas recuperadas, a las que se suman dos sitios eriazos. Este plan ha servido para reducir los delitos e incivilidades alrededor de los lugares intervenidos y junto al plan Calles sin Violencia ha permitido reducir en 56% los homicidios en la comuna de Santiago.