El Hospital San Juan de Dios fue el escenario para realizar este hito tan importante para la comunidad y el sistema de salud. Allí -en marzo del 2020- falleció la primera paciente de COVID-19, Sonia Valdivia, de 82 años, residente de la comuna de Renca.
Hasta el lugar, llegó la ministra de Salud, Ximena Aguilera; la Subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli y el Subsecretario de Redes Asistencial para encabezar esta ceremonia recordatoria para los 6,87 millones de muertes asociadas al SARS-CoV-2 a nivel mundial llega a (Our World in data), mientras que en Chile la cifra asciende a 64.407.
La ceremonia, un acto íntimo y sencillo, abrió con las palabras de la directora del Hospital San Juan de Dios, Dra. Midori Sawada, quien recordó a los funcionarios del recinto asistencial que partieron bajo esas circunstancias: José Bravo, guardia; Cristián Becerra, conductor de ambulancias; Loreto Cornejo, Técnico de Medicina; Ramón Muñoz, de calderas; y Marcelo López enfermero de urgencia.
Le siguió un sentido mensaje del Presidente de la República, Gabriel Boric, quien a través de un mensaje audiovisual, afirmó que esta fecha es una invitación «a reflexionar, a valorar la vida, a valorar lo que tenemos y a recordar lo efímero también que puede ser nuestro paso por aquí».
En tanto, la ministra Aguilera expresó que cada persona fallecida y el dolor que causa cada ausencia en sus familias es «lo que empuja nuestro trabajo a tratar de evitar que estas situaciones se repitan, aminorarlas, mitigarlas, a tratar de superar todos los impactos de la pandemia en la salud mental, la crisis social, en la crisis económica y dar un paso adelante, pero que no olvide todo lo que hemos vivido».
La subsecretaria Albagli, por su parte, destacó el esfuerzo incansable de todas las personas del sector salud durante la pandemia, ya que «muchos fueron las últimas personas en acompañar a quienes fallecieron en una sala de un hospital lejos de sus familias, muchos dejaron también a sus propios seres queridos para destinarse al cuidado de otros, muchos también perdieron la oportunidad de ver un día más. Eso no es solamente un trabajo, eso se llama ternura».
En esta línea, el subsecretario Araos remarcó que esta jornada permite mirar hacia atrás y reflexionar lo vivido «sobre todo para las personas que nos dejaron producto de la pandemia es no olvidar los problemas, las inequidades que desnudaron y hoy día tenemos un desafío que es el de aprender lo vivido. Hoy día estamos a tiempo de hacer las reformas necesarias de nuestro sistema de salud para poder fortalecerlo, hacerlo más resiliente y de esta manera estar preparados».
Se contó, además, con la participación del colectivo Memorial Textil “Para Remendar el Dolor”: Nadie está olvidado. Agrupación que a través de un trabajo colectivo, horizontal y autogestionado utilizan el arte textil para reflexionar sobre la memoria y la humanidad de la mano del reconocimiento e identificación de las vidas y subjetividades de quienes han fallecido producto del COVID-19. Para remendar el dolor tiene 1.147 nombres de personas fallecidas para bordar, de las cuales han recibido 443 bordados que forman parte de tres memoriales, dos de ellos de 22 metros de largo cada uno, y el tercero que realizó un viaje itinerante por Chile, siendo recibido en distintas localidades, como Vicuña, Valparaíso o Futaleufú, por bordadoras que forman parte del colectivo, en el que se honra a través de una estrella a cada una de las personas fallecidas en las regiones de O’Higgins, Bío Bío y Valparaíso, y a algunos de los funcionarios y las funcionarias de la salud fallecidos durante la pandemia causada por el SARs-CoV-2.