“Imaginemos que estamos en una sala de clases, ¿con qué palabra graficarían lo que fue para ustedes la pandemia?”, con esta interrogante, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, abrió su intervención en la XII versión del Congreso Futuro, en el bloque “La potencia de las habilidades”, instancia en la que abordó los desafíos en la educación en el retorno a la presencialidad y la urgencia de innovar para revalorizar el significado de la escuela.
El titular del Mineduc participó en la quinta jornada del evento gratuito y abierto a la ciudadanía, siendo uno de los más de mil expertos y expertas que realizan charlas sobre distintos temas, intervención que estuvo enfocada en discutir las distintas recomendaciones de organismos internacionales, como Unesco, Unicef, OEI y Cepal, para construir un nuevo contrato social para la educación.
“Si algo podemos relevar como consecuencia de la pandemia, es que los sistemas educativos del mundo se sostuvieron por las y los profesores, educadores de párvulos, técnicos y asistentes de la educación, que mantuvieron la educación en pie y fueron quienes rápidamente siguieron construyendo una relación sólida con las familias, incluso en confinamiento”, explicó Ávila.
En el encuentro, el profesor y ministro de Educación entregó ideas clave para mejorar el sistema educativo: la educación como un derecho social; el reconocimiento del rol transformador e innovador de trabajadores/as de la educación; un sistema de evaluación y acompañamiento a las comunidades educativas; lo que va de la mano con un currículum flexible, integral y contextualizado.
Sobre esto, Ávila puntualizó que “en este camino de repensar el mundo es que debemos hacer una reorientación para que el sistema acompañe a los seres humanos en el proceso desde algunos elementos que son esenciales, como el enfoque de género, la recuperación de los aprendizajes, una educación inclusiva, y por último, el medioambiente. Ahora, ¿cómo hacemos para que estos elementos se incorporen en el sistema educativo y sean parte de las reflexiones de las y los estudiantes?”.
Profundizando en estos puntos, el jefe de la cartera de Educación señaló que “los cambios parten por recuperar los aprendizajes, pero no para cumplir estándares o participar en ránkings, sino por ejemplo, para motivar la lectoescritura, un elemento esencial dada su condición habilitante para que niñas, niños y jóvenes comprendan el mundo. Lo que va acompañado de reconocer la diversidad para garantizar la posibilidad de una correcta trayectoria educativa a lo largo de toda la vida”.
El ministro durante su ponencia recordó su participación en la Cumbre para la Transformación de la Educación, convocada por la Organización de Naciones Unidas en Nueva York, entre el 16 y 19 de septiembre pasado, espacio en el que junto a sus homólogos de los países adherentes acordaron avanzar en la incorporación de la educación como un derecho, lo que sostiene “implica que los Estados se hacen responsables y acompañan las trayectorias para las mejoras educativas, un consenso que no solo es de nuestro gobierno, sino que se alcanzó como resultado de la pandemia”.
Para finalizar la jornada, Ávila reiteró el compromiso del gobierno del Presidente Gabriel Boric por la transformación educativa que pasa, entre otros, por una redefinición del rol del Estado, por una valoración de la sociedad respecto de los profesores y profesoras, y para que la educación sea el primer espacio de desarrollo integral de las y los estudiantes, lo que les permita incorporarse de mejor manera al mundo.