El ex médico de la CNI Manfredo Jurgensen Caesar, condenado a 8 años de presidio como coautor del homicidio calificado de profesor y militante del MIR Federico Álvarez Santibáñez, ocurrido en agosto de 1979, fue detenido en un control migratorio del aeropuerto de Ezeiza en Buenos Aires cuando intentaba abordar un vuelo con destino a Frankfurt, Alemania.
Jurgensen, ex médico de Sebastián Piñera, se encontraba prófugo de la justicia desde enero pasado cuando el tribunal lo condenó junto a otros ex agentes por el crimen Álvarez Santibáñez.
Tras su detención en el país trasandino, el sábado pasado, la ministra en visita de causas de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, solicitó a Argentina la detención previa con fines de extradición.
El abogado Francisco Bustos, del Estudio Caucoto Abogados, querellantes en el caso de Alvarez Santibañez, señaló que: “Hace unos meses habíamos alertado que tanto Jurgensen y otros perpetradores -condenados por delitos de lesa humanidad- se encuentran prófugos. Por lo tanto, es un avance en la lucha contra la impunidad en el caso del crimen del profesor Federico Alvárez. Con todo, aún se mantiene prófugo Jorge Vargas Bories (CNI) por el mismo crimen”, sostuvo.
Durante este tiempo la defensa de Jurgensen, en paralelo, solicitó sin éxito sustituir la pena privativa de libertad por prisión domiciliaria, aludiendo a la edad y estado de salud del sentenciado.
El trámite de extradición del ex colaborador de la CNI está en manos del juez federal Ernesto Kreplak y podría demorar varios meses. Con todo, es posible que su defensa opte por renunciar a la extradición lo que permitiría ser expulsado de Argentina -como ocurrió con el también condenado Walter Klug- para así evitar purgar en una cárcel trasandina durante toda la duración del juicio de extradición.
La víctima
Federico Álvarez Santibáñez fue detenido el 14 de agosto de 1976 cuando distribuía panfletos contra la dictadura. Posteriormente fue entregado a la CNI, cuyos agentes lo torturaron durante cinco días, hasta que fue llevado a una fiscalía militar, a la que ingresó en estado agónico. Durante este tiempo, Álvarez fue revisado por tres médicos de la CNI, quienes en sus informes acreditaban el buen estado de salud de la víctima, uno de ellos era Jurgensen.
Luego fue trasladado a un recinto hospitalario, donde murió al día siguiente.
En esa época, la CNI afirmó que Álvarez fue golpeado en la cabeza por los carabineros que lo detuvieron, pero los médicos que lo atendieron certificaron que presentaba contusiones múltiples, quemaduras con cigarrillos, quemaduras eléctricas, fracturas costales y contusión pulmonar.
De acuerdo a datos emanados desde la Secretaría de DD.HH., junto con Jurgensen habrían otros cinco ex agentes que se encuentran prófugos de la justicia después de ser condenados por su participación en crímenes de lesa humanidad. Se trata de Jorge Octavio Vargas Bories (oficial de Ejército ®, CNI), también por el asesinato del profesor Federico Álvarez; Héctor Fernando Osses Yáñez (oficial de Carabineros ®), con cuatro condenas por asesinatos en la Población San Gregorio; Víctor Álvarez Droguett (DINA) por el secuestro calificado de Marta Ugarte; Rubén Arnoldo Morales López (oficial de Carabineros ®) por el homicidio calificado de Jorge Vásquez Matamala, y Luis Enrique Barrueto Bartning (empresario), por siete secuestros calificados perpetrados en la comuna de Santa Bárbara