Diversas organizaciones artístico culturales de la región de Valparaíso y el país, junto a Centros y Sitios de la Memoria y los DDHH, se darán cita mañana frente al Congreso Nacional, a partir de las 10 horas, para manifestarse en torno a “los intentos de algunos sectores de recortar programas de la partida de Cultura para el próximo año”. Escuelas de rock, orquestas, artistas circenses (CIMAC); los Mil Tambores y una gran lista de gestores y organizaciones culturales realizarán un espectáculo para la comunidad que busca visibilizar la relevancia de este sector.
Lo anterior, ad portas de la votación de la partida respectiva en la sala de la Cámara de Diputados. Por primera vez, después de muchos años, la partida de Cultura experimenta un aumento relevante, un 46 por ciento, y frente a las peticiones de recortes, las organizaciones alertan sobre “el grave deterioro e impacto que ello provocará en un sector que enfrenta siempre grandes obstáculos para salir adelante”.
Según la presidenta del Parque Cultural de Valparaíso, Gianina Figueroa, “si van a desvestir santos para vestir otros, que no sea con Culturas, Artes y Patrimonio, no estamos hablando de accesorios prescindibles, muy por el contrario”.
“Sin Memoria, no hay futuro posible y los Sitios de Memoria están pasando por momentos muy complejos, muchos, a punto de desaparecer. Si no apoyamos a las niñas, niños y jóvenes y a los talentos en cada una de nuestras localidades, no habrá destino para ellos y ya sabemos lo que eso significa. Si no potenciamos en nuestras ciudades la Cultura y las Artes como motor, estaremos obstaculizando el crecimiento económico que el sector cultural aporta a nuestras regiones y alejándonos cada vez más de un desarrollo sostenible para todas y todos. Sería una ceguera imperdonable”.
La convocatoria para este jueves busca visibilizar la relevancia de las Culturas y las Artes y la “imperiosa necesidad de proteger la Memoria en nuestro país”. Según lo señalado por las organizaciones, “la decisión impacta de manera directa a la ciudadanía, socavando los esfuerzos para mantener viva la memoria histórica de los crímenes contra los derechos humanos en Chile y afectando la infraestructura y el financiamiento del sector cultural”.