Un total de 116 países, casi dos tercios de los miembros de las Naciones Unidas, firmaron este martes 26 un llamamiento clamando protección para los trabajadores humanitarios y los civiles en las guerras del mundo, esta vez con énfasis en los conflictos de la Franja de Gaza y Sudán.
“Los trabajadores humanitarios están siendo asesinados a un ritmo sin precedentes, y su valentía y humanidad se enfrentan a balas y bombas, una violencia inconcebible y devastadora para las operaciones de ayuda”, dijo el coordinador del Socorro de Emergencia de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher.
En lo que va de 2024 han muerto en medio de conflictos 281 trabajadores humanitarios –ya superó la trágica cifra de 280 el año pasado-, y de ellos 178 en Gaza (333 desde octubre de 2023), indicó Fletcher.
La mayoría de las víctimas mortales son personal local que trabaja con organizaciones no gubernamentales, organismos de la ONU y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. De los 281 muertos en todo el mundo, 13 eran personal internacional y 268 personal local.
El llamamiento promovido por la delegación de Suiza en la ONU, expresa que se debe respetar y proteger la labor del personal de la ONU y de otras organizaciones humanitarias, y que debe facilitarse el acceso a la ayuda humanitaria que necesitan los civiles atrapados en los conflictos.
Ese el caso de la población en la Franja de Gaza, más de dos millones de personas que habitan ese enclave entre Israel, Egipto y el Mediterráneo, objeto de una operación militar durante más de un año y a donde la ayuda humanitaria no puede llegar sin permiso del ejército israelí que combate a milicias palestinas.
También en Sudán, escenario de una confrontación entre ejércitos rivales desde abril de 2023 que forzó el desplazamiento de sus hogares de varios millones de personas, y quienes sobreviven en grandes campamentos de refugiados en la región occidental padecen el bloqueo a la ayuda por parte de las fuerzas contendientes.
Sin embargo, Ocha advierte amenazas a los trabajadores humanitarios en muchas otras regiones, con altos niveles de violencia, secuestros, lesiones, acoso y detenciones arbitrarias registrados en Afganistán, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Ucrania y Yemen, entre otros países.
La violencia contra el personal humanitario forma parte de una tendencia más amplia de daños a civiles en zonas de conflicto, destacó la Ocha.
El año pasado se registraron más de 33 000 muertes de civiles en 14 conflictos armados, lo que supone un asombroso aumento de 72 % con respecto a 2022.
A pesar de los peligros, las organizaciones humanitarias siguen prestando una ayuda vital, llegando a casi 144 millones de personas necesitadas en 2023. Hasta noviembre de 2024, se ha auxiliado a más de 116 millones de personas en todo el mundo.
El 24 de mayo de 2024, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 2730 en respuesta a la violencia y amenazas contra los trabajadores humanitarios.
La resolución encomendó al Secretario General que recomiende medidas para prevenir y responder a estos incidentes, aumentar la rendición de cuentas y mejorar la protección del personal y los bienes humanitarios
El llamamiento suscrito en el marco de la ONU este martes señala que quienes son responsables de poner en peligro al personal humanitario que se esfuerza por llegar con auxilios “deben rendir cuentas” de sus decisiones y actos.
Cuando leyó el llamamiento suscrito por los representantes de 116 países, la embajadora suiza ante la ONU, Pascale Baeriswyl, destacó que el llamado se produce en el año 75 de haberse firmado la Convención de Ginebra de 1949, que protege a las personas que no participan en los enfrentamientos armados.
Agencia IPS