A partir de ahora, los negocios más pequeños deben tener a disposición del público bebestibles con envases retornables. El director de la Escuela de Ciencias Ambientales y Biotecnología de la Universidad de Chile, Carlos Manzano, asegura que estos cambios ayudan a “reducir en algo el impacto que tenemos en los ecosistemas”. Por su parte, la académica de Facultad de Economía y Negocios de la Casa de Bello, Reinalina Chavarri, valora los cambios, aunque asegura que los resultados pueden ser lentos.
Una nueva etapa de la Ley de Plásticos de un solo uso entró en vigencia este mes. En ella se establece, como ya ocurre en el gran comercio, que almacenes de barrio y tiendas de conveniencia, tales como minimarkets o comercios integrados a estaciones de servicio, estén obligadas a ofrecer bebestibles en envases retornables y recibir las botellas de este formato que entreguen los clientes.
La Ley de Plásticos de un solo uso fue aprobada en agosto de 2021, entró en vigencia en febrero de 2022 y entre sus medidas más destacadas está la prohibición de entrega, por parte de los locales de expendio de comida, de elementos plásticos de un solo uso, como cubiertos o bombillas, o cualquier producto de plumavit.
Eldoctor Carlos Manzano Dávila, director de la Escuela de Ciencias Ambientales y Biotecnología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, asegura que “la Ley de Plásticos es un intento de volver más sustentable nuestro diario vivir”. En este sentido, aunque reconoce que estos cambios “siempre son polémicos y complicados”, plantea que “son muchas las evidencias mundiales que demuestran que mejorando la educación ambiental se puede llegar a cambios de mayor magnitud en la cantidad de residuos que generamos, la forma de tratar estos residuos, y -en general- en reducir en algo el impacto que tenemos en los ecosistemas”.
“El cambio que viene ahora tiene que ver con un paso más allá en la reducción de plásticos de un solo uso. Es una medida que va a requerir mayor coordinación de los sectores involucrados y por eso se ha implementado con un tiempo de desfase. Sin embargo, los objetivos siguen siendo los mismos. Pero, como dije, siempre habrá puntos de discusión y cosas que mejorar. Pienso que la cadena de abastecimiento será en este caso la barrera complicada para sortear”, indica el académico.
“Una medida positiva a mediano y largo plazo”
Desde otra disciplina, laprofesora de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Reinalina Chavarri, sostiene que la Ley de Plásticos de un solo uso ha sido positiva porque “se ha hablado más del tema y eso empieza a entrar más en la conversación de las personas, de los consumidores, de los clientes. Pero estos cambios son lentos y las personas quieren ver que el otro lo haga”. En esta línea, destaca que este nuevo marco normativo “es muy positivo porque el cliente o el consumidor final somos nosotros, las personas y los almacenes, los negocios chicos, ese es su principal cliente y, por lo tanto, es positivo a mediano y largo plazo cuando veamos de verdad cifras, cómo han ido disminuyendo”.
“Hay un cambio de hábito, un cambio de cultura y ya sabemos que eso toma tiempo. Pero creo que la legislación va a funcionar y esta normativa va a funcionar siempre y cuando los consumidores o clientes de estas pequeñas empresas hagan el cambio también de ese hábito”, indica. Asimismo, hace hincapié en la fiscalización como uno de los ejes fundamentales para el cumplimiento de esta legislación, porque “pasa lo mismo que con las bolsas plásticas, que uno todavía sigue viendo su uso en este tipo de negocios”.
Sobre el costo que implicará para los usuarios, añadió que “cuando uno compra un envase retornable y no lleva el envase, te cobran 400 pesos por el envase en cualquier local de barrio, te cobran el retornable, entonces va a significar pagar por el uso hasta que todo el conjunto del comercio ya adopte el envase como el único de su tipo y no haya alternativas”.