La Dra. Natalia Landeros, investigadora en oncología y profesor auxiliar del Departamento de Ciencias Preclínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Maule, explicó la relevancia del hallazgo de los microARN y cómo ha revolucionado nuestra comprensión de la regulación de la expresión de los genes y el tratamiento de enfermedades complejas como el cáncer.
¿Por qué crees que el trabajo de Víctor Ambros y Gary Ruvkun es tan relevante para la biología molecular?
El trabajo de Víctor Ambros y Gary Ruvkun revolucionó nuestra comprensión sobre cómo se regula la expresión génica en las células. Ambos científicos descubrieron y caracterizaron los microARN (miARN), pequeñas moléculas de ARN no codificantes. Este hallazgo reveló un nuevo nivel de control génico que regula procesos fisiológicos como la diferenciación celular y la homeostasis. Los miARNs desregulados se asocian con enfermedades como el cáncer y trastornos neurodegenerativos. Gracias a este descubrimiento, ahora sabemos que los microARNs están involucrados en procesos celulares clave.
Como investigadora en esta misma área, ¿qué significa para ti que estos científicos hayan sido galardonados con el Premio Nobel? ¿Cómo sientes que este reconocimiento impacta en tu trabajo o en el campo en general?
Conocí los miARNs durante el doctorado, donde decidí desarrollar mi tesis sobre cómo la desregulación de los miARN favorece el desarrollo del cáncer. Me maravilló descubrir cómo estos ARNs regulan la expresión de genes codificantes de proteínas, y este Nobel otorgado a Ambros y Ruvkun tiene para mí un gran significado.
Este reconocimiento no solo resalta el impacto de los miARN en mi campo de estudio, sino también en muchas otras áreas. Desde su descubrimiento, los miARN han demostrado ser esenciales en procesos como el desarrollo embrionario y la homeostasis. Sin embargo, cuando estos miARNs se alteran, participan en una amplia gama de enfermedades, como las cardiovasculares, neurodegenerativas, inmunológicas y el cáncer. Este Nobel valida la importancia de investigar los mecanismos de desregulación de los miARN, lo que es clave para entender y tratar enfermedades complejas.
Para una persona que no está familiarizada con la biología molecular, ¿cómo explicarías de manera simple en qué consiste este avance en el estudio de los microARN?
El descubrimiento de los miARN permitió revelar un nuevo nivel de complejidad en la regulación de los genes. Antes se pensaba que solo los genes que codifican proteínas eran los actores clave en el funcionamiento celular. Sin embargo, los miARN,pequeñas moléculas de ARN no codificantes, pueden controlar la expresión de genes y así importantes procesos de la célula. Esto abrió la puerta a un campo nuevo de estudio sobreRNAs no codificantes, ya que existen otros aparte de los miARNs.
¿Cuáles son, desde tu perspectiva, los principales desafíos que enfrenta hoy el estudio de los microARN? ¿Qué incógnitas quedan por resolver?
Uno de los principales desafíos actuales es comprender completamente cómo interactúan los miARN en redes complejas de regulación, en conjunto con otros ARNs. Es crucial entender cómo varían estos mecanismos según el contexto celular y en diferentes condiciones fisiológicas y patológicas. Aunque hemos avanzado en conocer su participación en enfermedades, sigue siendo fundamental esclarecer los detalles de cada enfermedad.
¿Cuál ha sido la importancia del hallazgo del microARN en medicina?
El descubrimiento de los miARN en 1993 por Victor Ambros y Gary Ruvkun, a partir del estudio del gusano Caenorhabditis elegans, fue un hito en la biología molecular. Los miARN son pequeños ARNs no codificantes que regulan losl ARN mensajeros, bloqueando su traducción a proteínas o promoviendo su degradación. Su papel es clave en procesos como el ciclo celular, la apoptosis y la diferenciación celular. Hasta hoy, se han identificado más de 2,600 miARNs en el genoma humano.
La desregulación de los miARN está directamente implicada en enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y trastornos neurodegenerativos, lo que los convierte en biomarcadores valiosos y posibles blancos terapéuticos en la medicina moderna.
¿Qué potencial crees que tienen los microARN en la medicina y otras áreas? ¿Qué aplicaciones concretas podrían surgir de un mejor entendimiento de estas moléculas?
Se estima que alrededor del 60% de los genes codificadores de proteínas están bajo el control de los miARNs, lo que los involucra en una variedad de enfermedades humanas, especialmente el cáncer. Los miARN han emergido como biomarcadores valiosos para la detección temprana de tumores y el monitoreo de la progresión de la enfermedad. También están siendo evaluados como potenciales blancos terapéuticos en oncología, a través de terapias como los antimiARNs, que bloquean los miARNs que promueven el crecimiento de tumores.
Por otro lado, también se han identificado síndromes genéticos asociados a mutaciones en los genes que codifican miARNs o en la maquinaria de su biogénesis, como el síndrome DICER1 o la pérdida auditiva progresiva asociada a mutaciones en miR-96. Esto refuerza el papel central de los miARN en diversas enfermedades.
A nivel social y educativo, ¿cómo crees que podríamos fomentar un mayor interés y comprensión sobre investigaciones como esta, que impactan tanto en nuestra salud y bienestar?
Es esencial divulgar estos avances a través de medios masivos y utilizando un lenguaje claro. La ciencia debe ser abierta y accesible, permitiendo la participación pública en debates científicos. Se necesitan más espacios educativos, como charlas comunitarias y plataformas interactivas, para que las personas comprendan cómo la investigación científica impacta en su vida diaria y en la salud pública.