- Según la consulta mensual elaborada por el gremio, entre agosto y noviembre de 2021, apenas un 8% de los encuestados evalúa a Chile como un país seguro o muy seguro.
Santiago, 16 de enero de 2023.- Uno de los factores característicos que marcaron el año 2022 fue el ascenso de las preocupaciones de personas y empresas sobre las temáticas de seguridad y delincuencia, posicionándose en el primer lugar. De acuerdo a una encuesta de la CCS levantada mensualmente entre agosto y noviembre pasados entre poco más de 1.200 personas, más del 70% de los encuestados percibe actualmente al país como inseguro, mientras que apenas un 8% de los encuestados evalúa a Chile como un país seguro o muy seguro.
Diversos indicadores oficiales muestran un fuerte aumento de los delitos en 2022. Los robos con violencia, por ejemplo, aumentaron en un 64% en relación a 2021 de acuerdo al Sistema Táctico de Operación Policial, en tanto los robos con fuerza y los hurtos lo hicieron en torno a un 47%.
Más preocupante aún es que el número de homicidios se encuentra en máximos históricos, muy por sobre los niveles prepandemia (más de 800 en 2022, menos de 550 hasta 2019).
María Teresa Vial, presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago destacó que “este es un tema que hemos venido siguiendo de cerca en el gremio, dado que el comercio ha sido uno de los sectores más golpeados por el aumento de delitos en locales y establecimientos. Creemos que es urgente que el Gobierno pueda aplicar nuevas y mejores medidas para devolver la sensación de seguridad a la población, que lamentablemente hoy está inclinada por un 70% a la inseguridad”.
Si bien la menor movilidad y los períodos de cuarentena habían provocado una caída en varios indicadores delictuales, la mayoría de ellos ya se encontraba por sobre los registros previos en los últimos meses del año pasado.
Los antecedentes anteriores, unidos a la mayor visibilidad de las prácticas delictuales, han provocado un aumento constante en la sensación de inseguridad en la sociedad.
Personas entre 41 y 55 años son las que perciben mayor inseguridad (83%)
Esta percepción mayoritaria de inseguridad en el país se incrementa en grupos de mayor edad, si bien el máximo se da entre los 40 y 55 años, donde supera al 80% (en mayores de 55 llega al 74%).
Por grupo socioeconómico es en los estratos de menores ingresos (D), donde se observa con mayor fuerza la sensación de inseguridad (75% versus 66-67% en el resto).
A nivel de género, en tanto, no se aprecian diferencias significativas, si bien el indicador es levemente más alto en el caso de las mujeres (72%).
Caminar por las calles se posiciona como el desplazamiento más preocupante
Respecto de las distintas situaciones de desplazamiento urbano, caminar por las calles de la ciudad aparece como la más peligrosa, siendo considerada insegura por un 63% de los encuestados, porcentaje que va en moderado aumento en los últimos meses. En una posición muy similar se encuentra el desplazamiento en automóvil, percibido como inseguro por el 62%, pero con un aumento más preocupante, considerando que en agosto esta proporción se encontraba en el 54%.
El transporte urbano, en cambio, ha ido mejorando su percepción de seguridad, y el porcentaje que lo considera inseguro ha disminuido desde un 56 a un 51 por ciento entre agosto y noviembre.
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Aumento de comercio ambulante
A lo anterior se suma lo informado por CADEM en su encuesta Plaza Pública de la primera semana de diciembre de 2022, en que un 80% declaró tener mucha o bastante preocupación de ser víctima de un delito y un 85% de que esto le ocurriera en espacios con comercio ambulante.
“Tal como hemos reiterado en diversos informes, la propagación descontrolada del comercio ilegal, tanto en cantidad como en densidad, se ha transformado en una de las principales fuentes de incubación del delito, con prácticas de crimen organizado que lo sostienen y eventos de violencia que ponen en riesgo diariamente a las personas”, explicó la líder gremial.
Altos niveles de victimización en el comercio establecido
En informes previos la CCS ya ha dado cuenta de los altos índices de victimización en el comercio establecido durante 2022, que afectan a colaboradores, clientes, propiedad privada y territorios, estimándose que el recuento total del año podría alcanzar máximos históricos. Sondeos entre socios de la Cámara arrojan incrementos generalizados en los delitos, que en algunos casos superan en casi un 90% las cifras de 2021.
El fenómeno se ha hecho más alarmante en la medida en que no solamente aumenta el número de incidentes, sino también los métodos de robo, su nivel complejidad y violencia, las estructuras organizativas detrás de los hechos y sus vínculos con el comercio ilegal, entre otros factores de preocupación.
También se aprecia un importante aumento en la inversión para hacer frente al fenómeno por parte de las empresas de mayor tamaño, lo que ha contribuido a mejorar la prevención, defensa y seguimiento judicial de los incidentes. No obstante, en la medida en que las políticas públicas de seguridad no muestran un avance significativo, el pequeño comercio queda en una situación de indefensión cada vez más vulnerable y manifiesta. En tal sentido, las últimas señales desde el ámbito político resultan más que preocupantes y desalentadoras.
El aumento de crímenes de alta connotación social en los que se ejerce fuerza o violencia en contra de las personas envuelve el peligro de invisibilizar el delito común contra la propiedad que tanto daño hace al comercio. Lo anterior resulta extremadamente grave si no se exige la persecución y condena de toda clase de delitos, el Estado no debe retroceder en su obligación de garantizar a toda la población la seguridad y el respeto de todos sus derechos.