Cada 17 de octubre se celebra el Día Mundial contra el Dolor, una fecha que busca concientizar sobre la urgencia de mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. Esta fecha, se conmemora desde 2004 por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) junto con la OMS, ya que de acuerdo a estos organismos, el dolor se ha convertido en la causa más frecuente de consulta médica en el mundo.
El Dr. Andrés Hernández, médico cirujano de la Universidad Nacional Autónoma de México, actualmente adscrito al Departamento de Medicina del Dolor y Paliativa del INCMNSZ, explica que “dado que el dolor crónico es una enfermedad que persiste por periodos prolongados, mantenerse en el rol de enfermo por meses o años ocasiona que vayamos perdiendo la capacidad de funcionar en nuestras esferas personales, familiares y sociales”.
Los datos lo confirman: según el estudio «Radiografía del Dolor en Chile», la prevalencia del dolor crónico es mayor en quienes no tienen seguro de salud o están afiliados a Fonasa. Además, el dolor crónico severo afecta al 13,6% de la población adulta. Solo en 2024, las licencias por enfermedades musculoesqueléticas -como el dolor lumbar- representaron el 17,9% del total, siendo la segunda causa las licencias médicas con una duración promedio de 14,4 días.
A pesar de los avances en nuevas tecnologías y tratamientos, el dolor crónico sigue siendo una de las principales causas de ausentismo laboral en el país, razón por la cual, expertos coinciden en que un abordaje integral, con acceso a terapias efectivas, es crucial para reducir el impacto de esta enfermedad en la sociedad. “La tendencia internacional va en dirección a privilegiar combinaciones interdisciplinarias. Y en ese sentido, hay muchas tecnologías emergentes que son prometedoras”, plantea el Dr. Hernández.