- Con presencia de la comunidad, docentes y estudiantes del Campus Colchagua de la casa de estudios, llevaron a cabo la nueva versión de esta actividad que se realiza cada año en torno al proceso de poda de la vid y donde también se generan oportunidades de aprendizaje.
El comienzo de un nuevo ciclo en el proceso de producción del vino es conmemorado con la “Fiesta de la Poda”, proceso en el que se hace el corte de la planta de la vid para dar paso a un nuevo fruto durante la primavera.
Este año se celebró la sexta versión de este hito en el Campus Colchagua de la Universidad de Talca, y contó con la participación de docentes y estudiantes de las carreras de Técnico Superior en Viticultura; Vinificación y Enología; Turismo Enológico; y Administración, además de escolares de la zona y comunidad en general.
“Es una actividad que retoma lo que había pasado previo a la pandemia. El año pasado fue mucho más modesta, más chica, pero este año ya tenemos una participación masiva de colegios y de entidades públicas y privadas, lo que nos tiene muy contentos” declaró el director del campus, Patricio Gómez Arismendi.
Según detalló, la relevancia de esta instancia radica en que la poda “define la producción y la calidad del vino a futuro”, pero también en que tiene un componente formativo importante para los estudiantes de la casa de estudios.
Alcance formativo
Además de la actividad principal, de corte de las vides, se realizaron stands educativos, donde las personas pudieron aprender sobre el procedimiento y tecnologías asociadas al rubro.
David Muñoz Rojas, estudiante internacional de Técnico Superior en Viticultura, participó de este encuentro a través de una charla informativa sobre los beneficios de la poda para las plantas.
«Chile es uno de los países con mayor potencial en el tema del vino, si no me equivoco es el tercero a nivel mundial, lo que fue un impulso para venir acá y estoy viviendo una experiencia que hasta ahora, me ha encantado”, declaró el joven oriundo de México.
En tanto, Matías Valenzuela Pérez, de la misma carrera, hizo una demostración de una tecnología que permite medir el potencial hídrico de las plantas y poder determinar la cantidad de tiempo de riego necesaria. Según explicó, esta es una buena experiencia y existe gran interés de los asistentes por conocer el mundo de la vitivinicultura.
Para el director del liceo Heriberto Soto de San Fernando, Alonso Lizama Pérez, esta es una gran experiencia que contribuye a orientar a los escolares respecto a su futuro académico y laboral.“Es una responsabilidad como liceo ver que los estudiantes estén bien orientados. Por eso estas instancias son importantísimas, porque así conocen in situ la situación del campo estudiantil y laboral”, sostuvo.
En ese sentido, el director recalcó que “nuestros estudiantes quedaron muy motivados, eso los proyecta hacia la opción de estas carreras técnicas, cuál es su futuro, dónde’ está el campus. En definitiva, les abre una puerta”.