El edificio del Congreso en Valparaíso se iluminó de colores naranjo esta jornada con el fin de adherir a la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.
La ceremonia se realizó en el frontis del Congreso por Victoria con la presencia del senador Gustavo Sanhueza, presidente de la Comisión de la Mujer y Equidad de Género; Carmen Gloria Aravena, primera vicepresidenta por la suregión de Sudamérica de la Red Parlamentaria para la Igualdad de Género de PARLAMERICA, así como su par Fabiola Campillai.
El senador Sanhueza afirmó que “las igualdades que tenemos que generar entre hombres y mujeres tienen que ver con que todos participemos en el cambio. Yo llegué a la Comisión de Mujer gracias a una dirigente social que, en su momento, me expresó que en los talleres de Sernameg debían estar los hombres porque si ellos no estaban era imposible que entendieran los cambios necesarios”.
Agregó que “este día nos obliga a reflexionar sobre uno de los mayores desafíos que tenemos, la violencia contra la mujer se manifiesta de las más diversas y perversas formas”… “por eso en este Congreso tenemos la responsabilidad e imperativo ético de combatir toda forma de violencia”.
Asimismo, detalló diversas legislaciones en esa línea, tales como, la que extendió el fuero a las funcionarias de las FF.AA, la ley que tipificó el acoso sexual en espacios públicos, la ley que perfeccionó la tipificación de delito de femicidio y la ley que creó el resgitro de deudores de alimentos entre otras.
En la ceremonia, participaron también el secretario General, Raúl Guzmán; el prosecretario Roberto Bustos, así como jefes de servicio, integrantes del Comité de Género del Senado y funcionarios.
DEFINICIÓN
La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas y generalizadas del mundo.
La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
Los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de sus vidas. Por ejemplo, las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para hacer cumplir el derecho a la educación de las niñas, sino que también restringe el acceso a la educación superior a la mujer, limitando así sus oportunidades de empleo.