Francisco Romero Bahamondes, Tecnólogo Médico en Imagenología, docente Escuela de Tecnología Médica de la Universidad Católica del Maule.
El avance de las ciencias y las nuevas tecnologías asociadas a la utilización de radiaciones ionizantes han sido cruciales para reducir las dosis de los profesionales ocupacionalmente expuestos, así como también la dosis entregada a los pacientes que son sometidos a estas, lo que, a su vez, ha dado chance a una expansión sin precedentes de más avances tecnológicos en el área de la industria, la investigación y la salud. Un ciclo aparentemente perfecto que, sin embargo, tiene ciertas aristas que serán abordadas por sus efectos e implicancia en la Salud Pública.
Los beneficios que entregan las radiaciones ionizantes son innumerables, por lo que su uso de ninguna manera está en tela de juicio, sin embargo, es bueno recordar que, aunque exista una reducción de la dosis, este tipo de radiaciones aún pueden generar efectos nocivos, los cuales se clasifican en determinísticos y no-determinísticos o estocásticos. Según la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), por sus siglas en inglés, los efectos estocásticos son aquellos efectos biológicos de la radiación ionizante que pueden ocurrir después de una exposición a cualquier dosis, incluyendo dosis muy bajas y cuya probabilidad de ocurrencia aumenta con la magnitud de la dosis recibida. Se caracterizan porque no tienen un umbral de dosis y su probabilidad de ocurrencia está determinada por la dosis recibida y la sensibilidad individual a la radiación.
Por el orden probabilístico y no inmediato de la mayoría de los efectos a nivel diagnóstico que provocan las radiaciones ionizantes es que estas tienden a ser vistas como inocuas por la población en general y, lamentablemente, también por parte del personal del área de la salud. Si agregamos a ello un aumento sostenido en la frecuencia de exámenes radiológicos (radiografías, mamografías, scanner, entre otros), la falta de protocolos de dosis y operadores sin las competencias para manipular equipos de radiaciones ionizantes, podríamos estar enfrentándonos a un real y silente peligro en la salud de las personas.
Todo avance tecnológico debe ir de la mano con un marco legal que lo ampare y regule, así como también con el desarrollo de capital humano calificado y es ahí donde el Tecnólogo Médico con mención en Imagenología y Física Médica desempeña un rol preponderante: somos la única carrera de la salud de pregrado que cuenta con sólidos y actualizados conocimientos en protección radiológica, somos garantes de una atención segura y de calidad. Por eso, frente a un examen con radiación ionizante exija que lo atienda un Tecnólogo Médico, ¡exija el burdeo!
“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.