Durante estos días nuestros deportistas chilenos están compitiendo en la primera ronda de los Juegos Olímpicos en Francia, sin embargo, poco a poco están siendo eliminados, como tantas otras veces ha sucedido. ¿Por qué seguimos enviando atletas a los Juegos Olímpicos si solo logramos participar, pero no competir de verdad?, ¿Dónde está el problema? Parece ser que la respuesta es una sola: falta de recursos económicos. Si bien la organización de los Juegos Panamericanos nos dio la posibilidad de tener infraestructura de alto nivel, el problema principal es que nuestros deportistas no tienen la posibilidad de enfrentarse a los mejores del mundo. La falta de recursos económicos los obliga competir en competencias que les dan la posibilidad de clasificar, pero no de tener el roce necesario para llegar a competir de igual a igual.
Por otro lado, hay un problema de raíz. En Chile el deporte es visto como una afición y no como una carrera profesional. Nuestros atletas son vistos como héroes cuando ganan, pero no reciben el apoyo necesario para llegar a la cima.
Sólo a modo de ejemplo, el país que posee más medallas históricas en la historia de los Juegos Olímpicos es Estados Unidos. Esto es porque, para aquella sociedad, el deporte está ligado con la educación y excelencia: esto se refleja en la gran cantidad de personas que ingresan a los programas deportivos que ofrecen las comunidades, escuelas y universidades.
Es hora de cambiar esto en nuestro país. Es hora de invertir en nuestros deportistas, de darles el apoyo que necesitan para competir con los mejores del mundo. Es hora de tomar en serio el deporte en Chile.
De este modo, en lugar de solo participar, podemos competir de verdad. Y quién sabe, tal vez un día podamos volver a ganar medallas olímpicas.
Patricio Arroyo Jofré
Director de Escuela de Pedagogía en Educación Física Universidad San Sebastián
Presidente del Consejo Académico Nacional de Educación Física