El 4 de octubre de 1929 se proclamó el Día Mundial de los Animales en un congreso en Viena, organizado por la Organización Mundial de Protección Animal. La meta era encontrar soluciones para proteger a las especies en peligro de extinción.
En una sociedad cada vez más acelerada, también nuestros perros sufren los efectos del estrés. La búsqueda de métodos que promuevan su bienestar es crucial, y uno de los enfoques más innovadores es el uso de la música para influir positivamente en su estado emocional. Desde melodías suaves hasta ritmos que pueden causar agitación, la música está demostrando tener un impacto notable en la vida de los caninos.
Un creciente cuerpo de investigación respalda la idea de que la música puede transformar el comportamiento y bienestar de los perros. Según un estudio publicado en el Journal of Veterinary Behavior, los perros que escucharon música clásica experimentaron una reducción significativa de los signos de estrés y ansiedad. Este estudio, que se llevó a cabo en refugios de animales, mostró que los perros expuestos a música clásica durante períodos prolongados se comportaban de manera más calmada y menos propensos a ladrar en exceso.
Alejandro Amon, experto en sonido de la marca Blik, menciona que «la música tiene una capacidad única para alterar tanto la frecuencia cardíaca como la presión arterial, no solo en los humanos, sino también en los animales». Compositores como el Dr. David Teie han desarrollado música especialmente diseñada para perros, utilizando frecuencias y ritmos que buscan apaciguar sus emociones. Teie asegura que su obra se basa en estudios sobre cómo los perros responden a diferentes variaciones de tono y ritmo, algo que también ha sido respaldado por la investigación mencionada.
“Está comprobado que la música clásica induce los estados emocionales y genera relajación o tranquilidad lo cual a crear una rutina ayuda mucho a mejorar problema de comportamiento, a la disminución del estrés y de estados ansiosos y no solo con este tipo de música, ruido tranquilos, grabaciones de personas, etc.”, explica el educador canino de Perryland, Víctor Gallegos.
El estudio de Colorado State University, liderado por la investigadora Lori Kogan, reveló que la música clásica, con compositores como Mozart y Beethoven, era más efectiva para calmar a los perros que la música creada específicamente para animales o los populares CDs de mascotas. Los resultados mostraron que los perros expuestos a música clásica durante 45 minutos mostraban un comportamiento más relajado, mientras que aquellos que escuchaban heavy metal manifestaban mayores niveles de ansiedad e inquietud.
«La soledad o la restricción social son factores de estrés significativos para muchos perros, lo que puede desencadenar problemas tanto fisiológicos como conductuales», señala Amon. Este análisis, que abarcó 117 perros de diversas razas, también concluyó que los animales alojados en entornos de aislamiento, como los refugios, respondían de manera notablemente positiva a la música clásica, que los ayudaba a descansar más.
Gallegos, por su parte agrega que “Entendiendo que la capacidad auditiva del perro es muy superior a la del ser humano estando entre los 10.000 y 50.000 mil Hz o entendiendo que existen variables conductuales no solo auditiva también mental, el tipo de música puede afectar tanto de manera positiva como negativa dependiendo de las asociaciones que cree el perro considerando que el sistema nervioso central es muy similar al de los humanos hay neurotrasmisores relacionado con el estrés y la ansiedad y otros procesos patológicos los cuales repercuten en su comportamiento”.
Recomendaciones para los dueños de perros
Si deseas utilizar la música para calmar a tu perro, hay algunas sugerencias basadas en la investigación:
Música clásica: Las piezas de compositores como Bach y Mozart son altamente recomendadas por su capacidad para inducir un estado de calma en los perros.
Música especialmente diseñada para mascotas: Existen listas de reproducción y álbumes con melodías suaves y ritmos calmantes creados para el rango auditivo de los perros.
Evitar géneros agitados: La música con ritmos rápidos o sonidos intensos, como el rock o el heavy metal, puede aumentar el estrés en los perros, especialmente si tienden a ser nerviosos.
Observar la reacción: Cada perro es único. Lo que calma a uno puede no funcionar para otro. Es fundamental observar cómo reacciona tu mascota a diferentes tipos de música y ajustar según su respuesta.
La música, con su poderosa influencia emocional, ofrece una herramienta simple pero efectiva para mejorar la calidad de vida de nuestros compañeros caninos. Ya sea a través de melodías clásicas o composiciones diseñadas específicamente para ellos, los resultados pueden ser sorprendentes.
Alejandro Amon, comparte a continuación su lista de reproducción destinada para los regalones de la casa: