La Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI) permite a jóvenes de La Araucanía acceder a formación musical avanzada, transformando sus vidas y promoviendo la cultura en la Región.
Desde su fundación, la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional de La Araucanía (OSJR Araucanía), perteneciente a la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI), ha sido un pilar en la formación musical de jóvenes talentos de la región.
La OSJR Araucanía, que agrupa a 60 jóvenes músicos de las comunas de Villarrica, Padre Las Casas, Temuco, Angol, entre otras, es parte de un ambicioso proyecto nacional que busca democratizar el acceso a la música clásica y proporcionar una formación integral a jóvenes con talento, sin importar sus recursos económicos.
FOJI, una institución sin fines de lucro, ofrece apoyo financiero, psicosocial, instrumental y técnico a 762 niños y jóvenes en 122 comunas a lo largo de Chile. En la Región de La Araucanía, las becas permiten que estos jóvenes participen en la Orquesta Sinfónica Juvenil Regional, recibiendo una educación musical de alta calidad que contribuye al desarrollo cultural y educativo del país. El objetivo de las becas es entregar una formación musical orquestal única, abordando obras del repertorio universal y trabajando con destacados maestros.
Josefina Rodríguez, flautista de 19 años de la comuna de Villarrica, es un ejemplo del impacto transformador de esta beca. “Desde que era niña, el sonido de la flauta traversa me fascinaba. Recuerdo que cuando escuchaba los CD de Inti-Illimani, siempre me preguntaba qué instrumento era ese tan hermoso”, comenta Josefina.
Continua: “Mis padres me inscribieron en una escuela de música en Valdivia a los seis años, y FOJI ha sido fundamental en mi formación desde entonces. Ahora, participar en la Orquesta Sinfónica Juvenil de La Araucanía me permite no solo perfeccionar mi técnica, sino también disfrutar del ambiente único que se crea entre compañeros”.
Esta joven flautista se está preparando para la temporada de conciertos, que incluye una presentación comunitaria y un concierto de gala en el Teatro Municipal de Temuco.
“Me entusiasma mucho interpretar el Bacchanale de Camille Saint-Saëns. Esta pieza tiene una energía contagiosa y me encanta la forma en que sugiere un baile árabe en la música. Es una oportunidad para mostrar lo que he aprendido y compartirlo con el público”, añade.
Miguel Osorio, trompetista de 21 años de la comuna de Padre Las Casas, también destaca el impacto positivo de FOJI en su vida. “Empecé a tocar la trompeta en segundo medio, impulsado por mi familia y la iglesia. Al principio, aprendí por mi cuenta, y cuando ingresé a FOJI recibí una formación más estructurada y la oportunidad de trabajar con grandes maestros. Esto ha sido crucial para mejorar mi técnica y expandir mi conocimiento musical”, recalca Miguel.
La orquesta le ha brindado la oportunidad de interpretar obras como la Obertura Festiva de Shostakovich. “El proceso de prepararnos para estas piezas es desafiante pero gratificante. Nos esforzamos mucho en los ensayos, y ver el resultado en el escenario es increíble. La música me ha permitido conocer a personas con las que comparto una pasión profunda, y eso es algo muy especial”, puntualiza.
Dirigida por Jesús Briceño Marín desde este año, la OSJR Araucanía continúa su misión de llevar la música clásica a la comunidad a través de conciertos en importantes escenarios regionales. Estos conciertos no solo destacan los logros de los becados, sino que también acercan la música sinfónica al público local, ofreciendo eventos gratuitos que fomentan el acceso a la cultura.
En este contexto, Pablo Aranda, director ejecutivo de FOJI, destacó la importancia de la presencia de las orquestas regionales. «Para FOJI, la presencia de las orquestas regionales que tenemos a lo largo de todo Chile tiene un sentido de resignificación de la práctica orquestal, al mismo tiempo que es un aporte a la descentralización y promueve un acceso más amplio a la música para orquesta”, indicó.
Las becas otorgadas por FOJI no solo abren puertas al desarrollo artístico, sino que también democratizan el acceso a la música, permitiendo que jóvenes de La Araucanía puedan acceder a una formación musical de calidad. A través de estas becas, se generan espacios de crecimiento personal y profesional, creando un impacto positivo en sus vidas y en la comunidad que los rodea.