Ante el asesinato de un carabinero de franco a las afueras del Teatro Caupolicán y frente a la ola de asesinato y crímenes violentos que han sido la tónica en nuestro país en el último tiempo, hay muchas críticas que hacer, comenzando por el liderazgo que se requiere de parte del presidente Gabriel Boric, porque al crimen organizado y al narcotráfico no lo hacemos frente solo con aumentos de presupuestos a carabineros ni con aumento de dotación policial.
Acá tiene que haber una política sistémica que aborde las distintas aristas que no tienen en esta situación país.
La ola migratoria, por ejemplo, que ha de ocurrir con la cancelación de las relaciones diplomáticas con Venezuela, las altas tasas de deserción escolar en educación pública, la infancia, los niños, niñas y adolescentes que hoy día son mano de obra barata para la delincuencia y, sin embargo, el Ministerio de Desarrollo Social decide cortar el financiamiento del programa Niños Sin Casa y tiene una lista de 50.000 esperando en el Servicio de Mejor Niñez, una política sistémica que aborde todos los factores que hoy día nos tienen en esta crisis de delincuencia e inseguridad.
