Más allá de la incomodidad: experto explica los efectos a la salud de una menstruación abundante y la importancia del chequeo preventivo

13 agosto, 2024

La deficiencia de hierro es una condición común pero frecuentemente ignorada y que afecta a muchas mujeres debido, entre otros factores, a menstruaciones abundantes. De acuerdo a la Guía de Salud Menstrual del MinmujeryEG, SERNAMEG, el Ministerio de Salud y la Escuela La Tribu, muchas mujeres que tienen un problema de salud menstrual, como sangrado menstrual abundante, ven afectadas su calidad de vida porque suelen tardar en consultar a un profesional de la salud, postergando la atención requerida y el diagnóstico de enfermedades.

El Dr. Nelson Meneses, médico cirujano y ginecólogo obstetra de la Universidad de Chile y miembro del equipo de Clínica Indisa, explica que el sangrado abundante tiene un impacto negativo en todos los aspectos de la vida cotidiana de la mujer: “En su vida sexual, productividad laboral, calidad del sueño, capacidad de hacer actividades al aire libre e inclusive, hacer actividad física. No es lo mismo que una mujer esté sangrando y con dolor más de 7 días -que es más de un cuarto del mes- a que no esté sangrando en todo ese tiempo. Entonces, claramente tiene un impacto negativo en la vida diaria y cotidiana de la mujer y por eso es tan importante controlar el nivel de hemoglobina, ya que ese nivel nos puede definir claramente si es que la paciente presenta un grado de anemia o no”.

Pero, ¿qué es el sangrado menstrual abundante?

Se define como una pérdida de sangre menstrual de volumen suficiente para afectar negativamente a la calidad de vida física, emocional, social y material de la mujer. Es un problema frecuente que, según estudios poblacionales, sugieren que puede afectar hasta al 50% de las mujeres en edad reproductiva.

En cuanto a los factores que la causan, el especialista indica que dependerá principalmente de la edad de la paciente. “En las pacientes jóvenes la mayor causa son los desequilibrios hormonales los cuales se pueden originar por muchos motivos. Los más comunes serían la obesidad, problemas con la resistencia a la insulina, tiroideos y uno de los principales que sería el síndrome de ovario poliquístico. Ya cuando la paciente es mayor, a contar de los 35 años, comienzan otros diagnósticos como la endometriosis del útero o adenomiosis, que es bastante frecuente, los pólipos endometriales y los miomas uterinos. También podrían caer dentro de este diagnóstico aquellas pacientes que utilizan algunos dispositivos intrauterinos como la T de cobre, que es un dispositivo antiguo pero que aún se usa”. Así, las pérdidas significativas de sangre derivan en una disminución en los niveles de hierro en el cuerpo, lo que provoca una serie de síntomas debilitantes.

¿Cuándo debes preocuparte?

Hay algunos síntomas que podrían indicar que una menstruación abundante está generando complicaciones de salud, como anemia por déficit de hierro:

  • Fatiga extrema.
  • Debilidad.
  • Piel pálida.
  • Dificultad para respirar.
  • Mareos.
  • Dolores de cabeza.

La falta de hierro también puede comprometer la función cognitiva y la resistencia física, exacerbando aún más el impacto en su bienestar general y afectando significativamente la calidad de vida.

Diagnóstico y prevención

El diagnóstico de deficiencia de hierro se realiza a través de dos evaluaciones.  Tal como explica el ginecólogo obstetra, lo primero es “solicitar un hemograma. Es importante el nivel de hemoglobina, ya que ese nivel nos puede definir claramente si es que la paciente presenta un grado de anemia o no. Y, en segundo lugar, solicitar ferritina sérica o ferritina plasmática, a través de un perfil de hierro, las que nos ayudarán a evaluar los depósitos de hierro ya que hay muchas pacientes que pueden tener bajos depósitos de hierro, pero no ser aún anémicas. De esta manera, la ferritina menor a 30, nos señala que una paciente está con bajos depósitos de hierro”.

Así, identificar la causa subyacente es crucial para determinar el tratamiento adecuado. En muchos casos, este incluye la administración de suplementos de hierro -que pueden ser orales o intravenosos, dependiendo del nivel de deficiencia- y una dieta rica que incluya alimentos como carnes rojas, vegetales de hoja verde, legumbres y/o cereales fortificados.

Además de los cambios en la dieta y la suplementación, algunas mujeres pueden necesitar medicamentos hormonales para regular el ciclo menstrual y reducir el sangrado. “La medicación hormonal estaría indicada sobre todo en pacientes jóvenes. La primera aproximación que uno hace es dar terapia anticonceptiva ya que gracias a eso se regulan en gran cantidad los problemas, cuando son de tipo hormonal, del ovario poliquístico o problemas de insulina. Y en pacientes mayores, que pueden estar en períodos de perimenopausia, con algún tipo de trastorno hormonal, se le puede también tratar con algún tipo de terapia de reemplazo hormonal”, señala.

“Por eso, mi mejor consejo es que puedan realizarse chequeos médicos anuales los que vayan acompañados a un hábito de vida saludable como hacer deporte, comer sano y tener una responsabilidad con su cuerpo, sobre todo en estos tiempos donde todo ha cambiado y van apareciendo patologías nuevas o alteraciones que antes no se conocían”, concluye el Dr. Nelson Meneses.


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