El Gobierno de Chile condena enérgicamente la medida adoptada por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, de exigir el retiro del personal diplomático chileno de territorio venezolano y ordenar lo propio respecto de sus funcionarios acreditados en Chile. Esta inédita medida es preocupante porque es un síntoma más de la difícil situación que se está viviendo en ese país e implica dejar en el abandono a los más de 700.000 venezolanos y venezolanas que actualmente viven en Chile.
Lo anterior, pese a su gravedad, no va a distraer la atención de Chile respecto de lo fundamental, que es el respeto de la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas en las recientes elecciones. Chile continuará abogando porque los resultados electorales se conozcan y se respeten, y agotará todas las instancias diplomáticas que avancen en esa dirección.