*Gustavo Benavente y Marco Antonio Sulantay acusaron que indicación que busca inyectar recursos a estación, se podría “utilizar perfectamente para ampliar el subsidio eléctrico a las familias de clase media” y se mostraron contrarios a la creación de una radio estatal.
A horas de que se inicie la discusión de la indicación sustitutiva del gobierno para modernizar el gobierno corporativo de TVN, y que contempla la inyección de recursos al canal estatal por 30 millones de dólares vía endeudamiento, el jefe de bancada de los Diputados UDI, Gustavo Benavente, junto a su par, Marco Antonio Sulantay, tal como lo hicieran hace una semana, señalaron que “no están las condiciones para tramitar estas modificaciones”, mientras “no se ingrese el veto al voto obligatorio para chilenos y extranjeros, con miras a las elecciones de octubre, tal como se comprometió el Ejecutivo”.
Sin ir más lejos, los parlamentarios se mostraron escépticos y dijeron no creer en “la buena fe de la ministra Camila Vallejo, al intentar tramitar una modificación de tal envergadura a TVN, cuando han dado muestras de que el Estado de Derecho para este gobierno no es un principio que respetan, al buscar artimañas poco democráticas para burlar en forma grotesca la obligatoriedad del voto”.
Por ello, los parlamentarios gremialistas reiteraron que no van a “aprobar esta iniciativa mientras no se ingrese el veto con las garantías democráticas suficientes y se vuelva a respetar la Constitución y la ley”.
“La iniciativa del Ejecutivo busca inyectar recursos públicos que se pueden, por ejemplo, destinar a ampliar el subsidio eléctrico a la clase media, que es una urgencia inmediata”, argumentaron los diputados Benavente y Sulantay, junto con subrayar que tampoco están de acuerdo con la creación de una radio estatal, de la cual “no sabemos si participará en igualdad de condiciones con el resto de las emisores, su fuente de financiamiento, gobierno corporativo o línea editorial, porque lo último que queremos es programas radiales al estilo del dictador Nicolás Maduro, que son una apología a su megalomanía y no hay cabida a críticas al gobierno de turno”.
