- Durante 10 días los voluntarios se dedicarán a construir espacios de encuentro y compartirán junto a diferentes personas, familias y comunidades, en torno a la figura y mensaje de Cristo.
- Siembra UC ajustó sus fechas de misión para coincidir con la calendarización de vacaciones del Mineduc, por lo que saldrán en dos fines de semana: uno en julio y otro en agosto.
Santiago, lunes 15 de julio de 2024.- Con entusiasmo y alegría, cajas, bolsos, mochilas, sacos de dormir, cascos y martillos, más de 1.500 jóvenes voluntarios se reunieron en el campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica de Chile para partir desde ahí a 51 zonas y localidades del país, llevando a cientos de personas y familias el mensaje de Cristo.
Trabajo País, Misión de Vida, Siembra UC y Coro Misión País, son los proyectos de la Pastoral UC que convocaron a los voluntarios que, desde la región de Coquimbo hasta la de Los Lagos, estarán durante 10 días —entre el 12 y el 21 de julio— compartiendo con cada comunidad y construyendo o reparando junto a ellos espacios de encuentro, además de misionar, entregando su testimonio de Cristo.
“Aunque tú no creas en Dios, Dios sí cree en ti”, fue el mensaje que marcó el envío de los misioneros, a través de una eucaristía celebrada en la Iglesia del Sagrado Corazón del campus San Joaquín, y presidida por el Pbro. Osvaldo Fernández de Castro, Vice Gran Canciller UC, quien motivó a los y las estudiantes a ser felices, fieles y fecundos, siendo puentes en un país que tanto lo necesita. “No simplemente pasamos por la vida y por el mundo. Esto tiene que ver con que hay un mundo que necesita de Dios y el Señor cuenta con nosotros para que lo llevemos a Él al mundo”, puntualizó.
En tanto, el Capellán Mayor de la universidad, Pbro. Jorge Merino, agradeció a cada uno de los voluntarios por su compromiso con la UC, Chile y la Iglesia. “Quisiera agradecerles por el testimonio que nos están dando y por ayudarnos a mantener la esperanza de lo bonito y grande que es salir de uno mismo para entregarse a los demás. Esta es una invitación a tener el corazón muy abierto y dispuesto para encontrarse con otras personas, para poder compartir con ellas el don de la fe y para poder aprender de otros lo que Dios ha hecho en su historia de vida”, dijo el sacerdote.
El rector Ignacio Sánchez, por su parte, sostuvo que “estamos llamados a cambiar nuestras vidas, el país, el mundo…uno podría pensar ¿cómo? Recordemos que Cristo escogió a 12 para que transmitieran su palabra. Ustedes, al igual que los apóstoles, han sido llamados”.
Para Ángela Parra, directora de la Pastoral UC, estas misiones y trabajos son una señal de esperanza muy profunda para la sociedad y la Iglesia Católica; de mostrar una Iglesia joven, alegre y en salida. “Este invierno nos ha tocado quizás más duro que otros. Hemos tenido hartas inundaciones y un frío quizás más glacial que en otros; de alguna manera, eso le da un toque distinto, esperanzador y con mucha más caridad, a esta entrega que hacen los jóvenes y que muestra la esperanza de una Iglesia viva, una Iglesia que va en salida y una Iglesia que no se queda dormida ante las necesidades materiales y espirituales de nuestro país”.
Para esta versión de los trabajos y misiones de invierno, organizados por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana de la UC, se recibió a una delegación de 7 estudiantes de España, pertenecientes al movimiento de Schoenstatt, quienes viajaron hasta Chile para participar en Trabajo País. Ellos estarán en El Espinal (sector Río Hurtado), Isla de Briones (San Fernando) y Tanilvoro Norte (Chillán).
Portadores de esperanza
Un equipo voluntario de estudiantes de la UC coordina cada proyecto —Misión de Vida, Trabajo País, Siembra UC y Coro Misión País— que, durante todo un año, lideran las iniciativas, ultimando los detalles para que se efectúen correctamente. Además, entregan los lineamientos respecto del espíritu que moviliza a cada grupo de voluntarios.
Trabajo País será el encargado de construir espacios de encuentro con las comunidades, bajo el lema “Al servicio de Chile, seamos herramientas de esperanza”. Con más de 800 voluntarios, estarán en 25 zonas, desde Tierra Blanca (Coquimbo) hasta Cochamó (Los Lagos), durante 10 días.
En esta oportunidad, el proyecto construirá 13 capillas y 12 salones parroquiales, además de compartir con las personas y familias de las zonas visitadas. “Hace muy poco éramos sólo nosotros ocho y ahora somos 1.500. No tenemos nada más que agradecerles por sus ganas de aportar a Chile y a la Iglesia, y creer que a través de nuestros proyectos pueden ser ese agente de cambio”, puntualizó Kaori Matsumoto, coordinadora general de Trabajo País.
Con 237 voluntarios universitarios, Misión País se desplegará por distintos campamentos de la región de Valparaíso y la Metropolitana. Bajo el lema “Valientes con Cristo, entregar la vida en la misión”, invitarán a vivir una experiencia personal y comunitaria de encuentro con Cristo, así como también darles orientación espiritual y colaboración para enfrentar sus necesidades más urgentes, especialmente tras las lluvias.
El Coro Misión País se sumará en las visitas a las diferentes localidades, de manera itinerante, encargados de ser un instrumento para que Cristo llegue a los corazones de todas las personas, a través de la música y el canto, bajo la consigna “Hazte canto Cristo, y enciende los corazones”.
Escolares en acción
Este año, el Ministerio de Educación adelantó las vacaciones escolares, razón por la cual Siembra UC tuvo que hacer algunas modificaciones para salir a misionar durante dos fines de semana largos: entre el 12 y 16 julio, y el 14 y 18 agosto.
Escolares de 66 colegios del país se unirán a las actividades a través de Siembra UC, iniciativa que nació en 2003 con la intención de unir a los estudiantes de III° y IV° medio con los universitarios, para trabajar juntos por Chile y la Iglesia. “Enciéndenos con tu Espíritu, seamos el ahora de Dios”, es el lema que los motiva este invierno.
Interpelados por la realidad, los proyectos y cada uno de sus voluntarios representan una respuesta a Cristo para ser instrumentos al servicio de las necesidades más urgentes del país, tratando de ser luz de esperanza para muchas personas que se sienten solas y también un regalo para la Iglesia chilena y su misión.