La Unión Nacional de Pensionados hace público su rechazo al aumento del valor del pasaje en el transporte público. Consideramos esta medida como injusta y contextualizada en una serie de temas que nos afectan y de los cuales el estado no se hace cargo.
Entendemos que los costos operativos del transporte público pueden verse afectados por diversos factores, como se entiende en las declaraciones del comité de expertos, sin embargo, creemos que pensionados y jubilados, que dedicaron gran parte de su vida al desarrollo del país, merecen una deferencia por parte del estado.
En este orden hacemos un llamado al Presidente de la Republica para dejar sin efecto esta medida. El incremento del valor del pasaje en el transporte público representa una carga económica adicional para los pensionados, quienes en muchos casos ya se encuentran en una situación financiera precaria. Muchos de ellos dependen exclusivamente de sus pensiones para cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, medicamentos y vivienda. Este aumento solo viene a profundizar la situación de vulnerabilidad en que se encuentran millones de personas de la tercera edad.
Alguien podría entender este aumento como irrelevante, pero a la luz de los temas pendientes de la tercera edad, se constituye en otro abuso más. Nada nos garantiza que a esta alza la siga otra. A lo anterior se suma que también se incrementa el “Monto Máximo Mensual”, mecanismo que permite viajar sin costo después de un número de traslados.
En un país en donde el estado no logra brindar condiciones de seguridad a los adultos mayores, quienes cada vez más, son víctimas de homicidios y asaltos, cualquier cobro adicional es una burla que se suma a los temas pendientes en salud y pensiones. Es una crueldad, escuchar que el Panel de Expertos del Transporte Público indica que “el ajuste se establece con el fin de alcanzar un nivel de tarifas que permita financiar el sistema”, puesto que pretender hacer ese financiamiento con los que menos tienen.