- En los últimos días, el país fue testigo de una serie de devastadores incendios forestales que han dejado un rastro de destrucción y dolor especialmente en la Quinta región, afectando fuertemente no sólo condiciones económicas y sanitarias, sino también emocionales.
Tras los diversos focos de incentivos forestales que afectaron al país en días recientes, especialmente el caso de la región de Valparaíso donde se registran – a la fecha – cerca de 56 víctimas fatales, las urgencias ahora están en la reconstrucción y en cómo entregar la mejor atención a las necesidades de las personas damnificadas. Por esta razón, y en la medida que los siniestros logren controlarse gracias al accionar de los equipos técnicos y de las fuerzas armadas, vendrá también el balance de realidad donde no sólo importan las pérdidas materiales, sino también los focos en salud y también en el aspecto emocional.
Al respecto el especialista en comunicación de riesgo, Rodrigo Durán Guzmán, enfatiza que “no hay margen para la improvisación ni la falta de empatía. Porque lo que se viene ahora, además de los balances y la ayuda, es también chequear la salud de las personas y muy especialmente como les afecta esto a nivel psicoemocional, entendiendo que estamos hablando de una catástrofe donde destruir no cuesta nada, pero reconstruir demandará tiempo y recursos”.
Durán agrega que “ciertamente nunca vamos a estar conformes con la reacción del gobierno, inherente al color político que sea. Siempre vamos a pensar que llegaron tarde, que no son capaces de gestionar crisis adecuadamente y otros tanto, mientras vemos como las llamas destruyen lo que tanto esfuerzo y recursos nos ha costado. Por lo mismo las autoridades deben prescindir de los anuncios pomposos y las puestas en escena innecesarias para dar paso a la empatía, la prudencia, a la planificación, la honestidad y la gestión eficiente. Y, por cierto, una buena y eficiente comunicación orientada a la concientización de la población sobre la importancia de adoptar medidas de prevención, como la prohibición de hacer fuego en áreas forestales y la adecuada disposición de desechos, entre otros”.
Cuidar las emociones y la salud mental
La especialista en comportamiento humano, Guillermina Guzmán, indica que “estos eventos pueden causar estrés, ansiedad y emociones abrumadoras, por lo que es importante priorizar su bienestar tanto físico como mental”.
Al respecto la profesional afirma que “es normal sentir miedo y ansiedad durante y después de los incendios forestales. Para ello se recomienda, además de la empatía y contención emocional, probar con técnicas de respiración profunda, meditación o actividades de relajación para encontrar un momento de calma en medio del caos. Es importante hablar y ser escuchados, desahogarnos con amigos, familiares, profesionales o grupos de apoyo. Otro aspecto importante es intentar limitar la exposición a las noticias e imágenes del incendio. Si bien los periodistas y medios hacen su trabajo lo cierto es que la exposición a este contenido sólo acrecienta el dolor, la angustia y la pena de las personas afectándoles a nivel psicoemocional”, indicó la profesional junto con sugerir a las autoridades que no mientan, no hagan falsas promesas, ni sobredimensionen las expectativas de reconstrucción, apelando a la empatía y sintonía con las personas damnificadas.