Así lo dio a conocer el Defensor Nacional Carlos Mora Jano, durante la inauguración del Seminario Internacional con el que se conmemoraron los 10 años del Proyecto Inocentes, iniciativa de la Defensoría Penal Pública que busca visibilizar los casos de error y reparar, en parte, el daño de las personas injustamente privadas de libertad.
Un total de 2.592 mujeres estuvieron en la cárcel siendo inocentes durante los últimos 10 años, según cifras entregadas por el Defensor Nacional Carlos Mora Jano.
De acuerdo a la máxima autoridad de la Defensoría Penal Pública, de ese total, 103 corresponden a mujeres extranjeras. Asimismo, respecto de aquellas que fueron imputadas, permanecieron libres durante el proceso en su contra y mantuvieron su estado de inocencia o no fueron condenadas, la cifra se eleva a 94.965 en el mismo periodo.
Las cifras fueron entregadas en el marco del “Seminario Internacional Proyecto Inocentes: Error, daño y reparación”, actividad con la cual la institución conmemoró los 10 años de la iniciativa que creó en 2013 para visibilizar y representar –públicamente- los errores sufridos por personas que enfrentan un proceso penal, y que -producto de ello- resultan privadas de libertad”.
“A través de este proyecto, buscamos reparar -en lo posible- el daño que sufren quienes han estado en la cárcel sin ser culpables, haciendo públicos sus casos y brindándoles apoyo legal gracias a la alianza público-privada que tenemos con fundaciones como Pro Bono, Proyecto B, y prontamente -gracias a las gestiones del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos- con la Corporación de Asistencia Judicial”, detalló al respecto Mora Jano, agregando que “las necesidades específicas de las mujeres privadas de libertad son -por lo general- ignoradas por los sistemas penitenciarios que fueron diseñados para hombres, incluyendo las necesidades de salud sexual y reproductiva, derivadas de sus experiencias con la pobreza, la malnutrición, la violencia física, sexual y psicológica”.
En la misma línea, añadió que “sabemos que existe un trato desigual hacia la mujer imputada, pues, aunque constitucionalmente se consagra el derecho a la equidad, existe diferencia de trato entre hombres y mujeres en el sistema penal, y peor aún, cuando hablamos de mujeres injustamente encarceladas”.
Y recordó el caso de la joven de nacionalidad boliviana, Nardy Ribera, quien estuvo presente en la actividad.
“Ella fue detenida en la frontera luego que un test rápido de drogas indicara que llevaba cocaína en tres frascos de productos cosméticos. Tras pasar seis meses en la cárcel, un informe del Instituto de Salud Pública estableció que lo que portaba no era cocaína, sino un producto para el pelo llamado queratina. A pesar de existir una pericia concluyente, su causa se mantuvo vigente por años hasta lograr ser sobreseída. Ella y su familia aún sufren el daño de esa pericia errónea”, dijo.
También mencionó que solo en los últimos 10 años, la Defensoría ha registrado más de 25 mil personas que estuvieron en prisión preventiva mientras se investigaron sus casos, y mantuvieron su estado de inocencia.
Específicamente se trata de 25.020 personas que fueron imputadas de algún delito, estuvieron en prisión preventiva y posteriormente fueron absueltas en un juicio oral, sobreseídas porque no existió el delito que se les acusaba o porque se demostró su inocencia durante la investigación, o el Ministerio Público decidió no perseverar en la investigación en su contra.
“Las causas que pueden explicar los errores que llevaron a que personas inocentes fueran privadas de su libertad, son múltiples. Por ejemplo, una denuncia falsa, una pericia defectuosa o una investigación plagada de sesgos confirmatorios”, aseveró, recalcando que “como Defensoría Penal Pública, continuaremos trabajando para velar por la presunción de inocencia y por el derecho que tiene cada persona a una defensa penal de calidad y una resolución justa. Sobre todo, cuando personas son imputadas por la comisión de un delito y luego se comprueba su inocencia”.
