Francisco Cáceres, volcanólogo y académico de Geología de la Universidad Católica del Maule, explicó los peligros de la alerta naranja que actualmente tiene el volcán Villarrica y qué tiene que hacer la población cercana al territorio.
Existen varios procesos que pueden poner en marcha la actividad de un volcán: la inyección de nuevo magma en su reservorio magmático en profundidad; la liberación de gases por medio de la formación de burbujas en el magma ante un proceso de descompresión o calentamiento del magma más allá de su temperatura normal; el mismo nuevo magma inyectado puede transferir elementos volátiles al magma en el reservorio, lo que provoca una inestabilidad, etc.
Y mientras los geólogos del SERNAGEOMIN a través de la Red de Vigilancia Volcánica, estudian por qué actualmente el volcán Villarrica, considerado el más activo de Sudamérica, está nuevamente en actividad, el académico de la carrera de geología de la Universidad Católica del Maule (UCM) Francisco Cáceres, enseña de una forma didáctica qué implica que hoy esté decretada una alerta naranja.
“Las alertas técnicas volcánicas son un parámetro de referencia para actuar ante alguna actividad volcánica”, relató el académico de la UCM, agregando que estas son entregadas por el Servicio Nacional de Geología y Minería –SERNAGEOMIN- a través de la Red de Vigilancia Volcánica.
Luego Cáceres comentó que estas alertas pueden ser de cuatro colores (verde, amarillo, naranja y rojo). “La alerta verde implica que hay un nivel de actividad normal en un sistema volcánico que no varía respecto a su comportamiento habitual. La alerta amarilla que el monitoreo detectó una variación de la actividad respecto su comportamiento habitual, lo que invita a mantenerse al tanto de la información oficial de las autoridades y entes de monitores”.
Más delicada es la situación cuando se decreta una alerta naranja, como la actual del Villarrica, que “implica que el monitoreo de la actividad del volcán ha detectado una variación significativa en alguno de sus parámetros previamente monitoreados, y que, en general, ya se encontraban dentro de un marco de inestabilidad respecto a un nivel base de comportamiento del volcán dado por una alerta previa amarilla”, tal como lo dijo el entrevistado.
Profundizando en aquello el geólogo de la UCM manifestó que “esta alerta sirve para que las autoridades tomen decisiones respecto al resguardo de la población teniendo en cuenta las sugerencias del ente de monitoreo como, por ejemplo, decretar radios de exclusión, y también para que la población se mantenga informada acerca de la evolución de la actividad y las medidas de resguardo de las autoridades”.
Respecto a la actual alerta naranja, el profesional señaló que la idea es que los vecinos mantengan la atención acerca de la evolución de la actividad del volcán, y estén al tanto de un potencial aumento y evacuación de zonas de riesgo.
Finalmente, y ojalá no suceda, el académico Francisco Cáceres detalló que “alerta roja, implicaría que es muy esperable que ocurra una erupción, o que ha comenzado una erupción, donde se debe seguir las instrucciones de las autoridades respecto a evacuaciones de zonas de riesgo, prohibiciones de acercamiento o cualquiera que se decrete”.
“La posibilidad de erupción está latente”
Villarrica es considerado el volcán más activo de Sudamérica, por eso el volcanólogo hace hincapié en que la posibilidad de erupción está siempre latente. “Históricamente el volcán Villarrica ha generado lahares, que son un peligro, como también flujos de lava. En su existencia, este volcán también ha generado grandes erupciones con flujos piroclásticos de gran magnitud. Existen mapas, actualmente de libre acceso en el sitio web del SERNAGEOMIN que cualquiera puede descargar y leer, donde la gente puede identificar las zonas expuestas a diferentes peligros volcánicos”, reforzó.
La mala noticia es que ciudades como Pucón, Coñaripe, Lican Ray y Villarrica están en aquellas zonas de afectación de potenciales peligros volcánicos y aunque actualmente no es posible predecir el comportamiento futuro de un volcán, y por ello es tan importante monitorear su comportamiento actual y actuar oportunamente y responsablemente ante variaciones en su actividad que indican su evolución, por ende, el llamado que hace el especialista en la materia es a mantenerse informados, y seguir las instrucciones de las autoridades.