- Que, a través de las enmiendas presentadas por la bancada de consejeros constitucionales del Partido Republicano, hemos sido notificados de que pese a todo lo dicho durante la última campaña, la mayoría que ostenta dicho sector político en esa instancia ha posibilitado que caigan en el mismo error que otros sectores en el proceso constitucional anterior: tratar de redactar una nueva Constitución identitaria.
- Que, así nos hemos enterado de que los Republicanos quieren cambiar, entre muchas otras cosas, los quorum para reformar la Constitución, proponer un redistritaje y la disminución de parlamentarios, anular la paridad, quitar el carácter supranacional a los tratados internacionales, consagrar constitucionalmente las AFP y las Isapres, poner en entredicho el aborto en tres causales e insistir en una norma que beneficia a violadores de derechos humanos.
- Que más allá de su derecho a proponer cambios al texto de anteproyecto (que tiene 118 páginas, 14 capítulos, 26 derechos, 215 artículos permanentes y 47 transitorios) entregado el pasado 7 de Junio por la Comisión Experta al Consejo Constitucional, queda muy claro que el Partido Republicano, bajo el argumento de no ser firmantes, ha decidido pasar a llevar los denominados “12 bordes constitucionales” contenidos en el “Acuerdo por Chile”, suscrito por la gran mayoría de los partidos políticos el 12 de diciembre del año pasado, y que también quedaron contenidos en la reforma constitucional que se convirtió en la Ley Nº21.533 de 2023.
- Que, el notable esfuerzo de debate y síntesis democrática realizado en la Comisión Experta, permitió la concreción de un anteproyecto que, si bien presenta algunos cambios sustanciales, sigue la tradición constitucional chilena y tiene como principal modificación, la consagración de un Chile organizado en un Estado social y democrático de derecho.
- Que, de persistir en esta línea de imposición de una mayoría política circunstancial, los Republicanos cumplirán con uno de sus principales objetivos políticos declarados: hacer fracasar la oportunidad histórica de construir una nueva Constitución para Chile, moderna, de cara al siglo XXI, debilitando así la convivencia democrática, al no hacerse cargo de su diversidad y pluralismo.
- Que, lamentamos este escenario, que solo busca mantener la vigencia de la Constitución de Pinochet, perpetuar un modelo económico resistente a los cambios, favorecer la mantención de las desigualdades sociales que persisten y negar la necesidad de actualizar el pacto social que permita a Chile, chilenas y chilenos, construir un país democrático, participativo, sustentable, con mayor justicia y dignidad para todos.
Isabel Allende, Paulina Vodanovic, Alfonso De Urresti, Juan Luis Castro, José Miguel Insulza, Gastón Saavedra por la Bancada de Senadores del Partido Socialista
Julio 20 de 2023