Un Déficit Atencional con Hiperactividad no tratado puede generar ansiedad o trastornos del ánimo en la vida adulta

19 julio, 2023

Sin un correcto tratamiento el paciente puede no lograr el desarrollo del 100% de sus capacidades, presentar ansiedad o trastornos del ánimo y tener dificultad para cumplir funciones ejecutivas propias de la vida adulta.

Santiago, julio 2023.- El Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad o TDAH, es una alteración del neurodesarrollo que inicia durante la niñez, y que afecta como base la atención y la concentración no sólo en temas escolares, sino que también en otras actividades como los juegos.

La doctora Joanna Bórax, neuróloga de la infancia y adolescencia, miembro de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y la Adolescencia (SOPNIA), explica que -dado que las necesidades de los pacientes son diferentes- para tratar eficientemente el TDAH se requiere un manejo multidisciplinario, que implica intervención con la familia, en el colegio, directamente con el niño -con un motivador o coaching- y a través de la medicación.

La especialista sostiene que los niños que tienen este trastorno presentan una vulnerabilidad genética, asociada al receptor de dopamina. Sin tratamiento aumenta la predisposición al consumo de drogas siendo adulto y no se logra el desarrollo del 100% de sus capacidades. Advierte, además, que es posible que la persona desarrolle ansiedad o trastornos del ánimo, y tenga dificultad para cumplir funciones ejecutivas propias de la vida adulta.

“Una persona que crece y se desarrolla bajo los síntomas de TDAH, sin tratamiento, puede presentar estas manifestaciones debido a que por muchos años ha acumulado frustraciones por no lograr cumplir con sus metas, ha vivido rechazo por parte de su entorno, cuestionamientos o críticas constantes a su comportamiento, lo que desencadena mayor vulnerabilidad, aumentando las probabilidades de abusar de sustancias. Por el contrario, al recibir medicación disminuye en la persona esa vulnerabilidad”, precisa.

La Dra. Joanna Bórax agrega que es un error muy común pensar que la medicación va a afectar ciertas capacidades de los niños. “El medicamento actúa sobre los neurotransmisores que están involucrados en los temas de atención, concentración e impulsividad, por lo tanto, no va a hacer nada más que regular lo que está desregulado”, concluye.