Tuberculosis, una enfermedad latente en Chile

2 junio, 2023

Un caso de tuberculosis en Viña del Mar hace unos días, reactivó las alarmas. Un fantasma latente, casi imposible de erradicar y que nos sigue acompañando por estos días. Se trata de la tuberculosis, una enfermedad causada por la bacteria mycobacterium tuberculosis que afecta con mayor frecuencia a los pulmones, e inclusive otras partes del cuerpo, y se transmite por aire, en las gotitas de saliva, cuando las personas infectadas tosen, estornudan o escupen.

“La tuberculosis está presente en todo el mundo, incluyendo Chile. Se estima que, a nivel mundial, cada año enferman cerca de 10 millones de personas y pese a ser una enfermedad prevenible y curable, cada año mueren cerca de 1,5 millones de personas. Es la principal causa de muerte infecciosa del mundo”, explica la académica del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de O’Higgins, María Teresa Solís.

La investigadora puntualiza que, en las Américas, la enfermedad también es considerada un problema importante de salud pública. “Si bien las tendencias mostraban una disminución en la incidencia, con la pandemia de covid-19 se ha reportado un leve aumento de casos, ya que, con la emergencia sanitaria, se afectaron negativamente las intervenciones de prevención y control de la TB en todos los países”, puntualiza la Dra. Solís.

Síntomas

Se estima que el 90% de las personas afectadas por el bacilo son capaces de controlar la infección y finalmente no presentan la enfermedad. Para quienes sí presentan síntomas, lo más comunes son tos y desgarro durante 2 semanas (o más tiempo) que puede producir desgarro con sangre. “Se puede acompañar de decaimiento, pérdida de apetito, fiebre, baja de peso y sudores nocturnos. Si hay presencia de estos síntomas es recomendable acudir a un centro de salud para solicitar exámenes de expectoración o baciloscopía, totalmente gratuitos sin importar la condición previsional”, detalla la Doctora en Salud Internacional.

En casos de tuberculosis activa, aunque se haya iniciado un tratamiento, es posible transmitir la bacteria durante las primeras 2 a 3 semanas. De allí que sea recomendable que el contagiado evite compartir espacios con otras personas en ese periodo. “Se recomienda que utilice mascarilla, que se ventile la habitación con frecuencia, se cubra la boca al toser o estornudar y que tenga un lavado frecuente de manos”, señala la experta.

Riesgos de contraer la enfermedad

El riesgo de contraer TB está determinado por diversos determinantes sociales, como las condiciones socioeconómicas de la población, pero también por factores de riesgo individuales. “Hay mayor riesgo de enfermar en personas que viven con un enfermo con tuberculosis pulmonar sin tratamiento, que tengan sistemas inmunológicos comprometidos, como las personas que viven con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), desnutrición o diabetes, o quienes consumen tabaco o tienen adicción a drogas o alcohol. Un hecho es que la TB es la principal causa de muerte de personas con VIH”, indica la Dra. Solís.

La investigadora explica que, dada la interacción de todos estos determinantes, es muy complejo erradicar la tuberculosis, “pues se van sumando nuevos desafíos que es necesario abordarlos de forma integral y con participación de las comunidades”, añade.

Prevención

Una de las medidas de prevención poblacional más eficaz y más usada es la vacunación. “En Chile, esta vacuna (BCG) está incorporada en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) y es obligatoria en recién nacidos, protegiendo de las formas graves de la tuberculosis (meningitis tuberculosa y TB diseminada)”, señala la académica UOH.

Agrega que también se puede administrar un esquema de tratamiento preventivo (quimioprofilaxis primaria o secundaria) a personas que tengan riesgo de infectarse con tuberculosis o tengan una infección tuberculosa latente (ITL).

“En Chile, como en muchos países, la notificación de casos activos de tuberculosis es obligatoria. Esta medida busca ayudar al paciente que tiene la enfermedad y a proteger al público mediante la reducción de la futura transmisión”, finaliza la investigadora.

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