– Las cenizas que caen al mar pueden bloquear la luz e impedir la fotosíntesis de las plantas marinas, pero también pueden actuar como fertilizantes gracias a los nutrientes que contienen.
La académica de la Escuela de Ciencias del Mar de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Marcela Cornejo, explicó que los incendios pueden afectar de varias formas al océano: “Uno de los impactos directos es la cantidad de cenizas que éstos emiten a la atmósfera, los que pueden bloquear la luz solar y con ello la energía necesaria para los organismos que realizan fotosíntesis en las aguas”.
Sin embargo, añadió, “existen estudios que muestran que estas cenizas que eventualmente caen al océano actúan como fertilizantes, porque contienen nutrientes, y favorecen la productividad primaria”.
La Doctora en Oceanografía detalló que “cuando la vegetación es arrasada por los incendios, existe menor retención de material del continente de los suelos, por esta razón, cuando llueva existirá más arrastre de este material hacia los cuerpos de agua como lagos y aguas costeras”.
En tanto el académico e investigador del Instituto de Geografía y del Centro de Acción Climática PUCV, Ariel Muñoz, planteó que “hay algunos procesos atmosféricos que son afectados por los incendios forestales y que pueden tener importantes efectos en los ecosistemas y ciclos biogeoquímicos en el océano. Un efecto claro ocurre sobre la composición química del océano en determinados lugares donde se depositan las cenizas y otras partículas provenientes de la quema de biomasa del bosque, pastizales, plantaciones forestales, cultivos agrícolas, y del suelo”.
Muñoz agregó que de acuerdo con un artículo de la Revista Nature publicado en 2021, en el que se analizaron los efectos de los megaincendios ocurridos en Australia en 2019, “generalmente en estas cenizas es posible encontrar altas concentraciones de nutrientes que pueden afectar procesos de floraciones algales de gran magnitud y a grandes distancias”
Otros efectos documentados están también relacionados con cambios químicos asociados a la deposición de los aerosoles provenientes de incendios, “como la muerte de arrecifes de corales, mortalidad de peces, reducción de la pesca, entre otros, muchos de ellos de alguna forma similares a los efectos que puede tener un volcán sobre ecosistemas terrestres. Por su parte, los incendios a nivel global implican una mayor emisión de carbono y otros gases invernadero en forma directa a la atmósfera, pero sus efectos sobre las emisiones de carbono y otros gases invernadero provenientes del océano dependen de los organismos que afecta y del balance químico que ocurre en distintas zonas del planeta”.