Aumento de las temperaturas medias, eventos meteorológicos extremos y la subida del nivel del mar serán algunos de los fenómenos que enfrentaremos, de acuerdo al alarmante VI informe IPCC de las Naciones Unidas. El documento señala que el cambio climático es generalizado y se está intensificando con el paso de los años, siendo el factor humano el principal desencadenante de esta situación.
La investigación entrega estimaciones sobre los altos índices de gases de efecto invernadero en el planeta, e insta a tomar medidas para no sobrepasar el umbral de calentamiento global de 1,5 °C dentro de los próximos 20 años. En este contexto, especialistas del Programa Transdisciplinario en Medio Ambiente (PROMA) y del Center for Climate and Resilience Research (CR2) de la Universidad de Chile, cuestionan las decisiones que se han tomado a nivel país y piden trabajar transdisciplinariamente para enfrentar el desafío.
La académica del Departamento de Geofísica de la U. de Chile, investigadora del CR2 y miembro de IPCC, Laura Gallardo, asegura que “la evidencia científica sobre el calentamiento global cada vez se vuelve más sólida e irrefutable. Las temperaturas aumentan y con ello, la gravedad de los impactos, por lo que comenzamos a tener múltiples fenómenos simultáneamente”, indicó. Por otra parte, una variable relativamente nueva que se manifiesta en el documento de IPCC, son los forzantes climáticos de vida corta. De acuerdo con la profesora Gallardo, “hay que poner atención a las ciudades, ya que concentran el 70% de las emisiones de dióxido de carbono de manera global, por lo que tenemos que poner más atención a la urbanización”.
El escrito menciona 98 veces a Chile, y 34 de ellas guardan relación con fenómenos climáticos que actualmente enfrenta el país. Las bajas precipitaciones y cobertura nival, la desertificación y el aumento de incendios forestales son fenómenos que se manifiestan hace más de 10 años. Sin embargo, y pese a la advertencia de expertos, no hay mejoras. Al respecto, Javier Simonetti, académico de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile e integrante del PROMA, enfatiza que «hace décadas se ha advertido de los cambios globales que enfrentaríamos y que, hoy en día, se están haciendo tristemente realidad. La evidencia científica y técnica, muestran inequívocamente y a través de fundamentos contundentes los problemas a los que nos estamos enfrentando, cambios en el clima que también afectan a nuestra diversidad biológica, evidencia que es a prueba de cualquier escéptico”.
Incongruencias en el accionar nacional
Chile se encuentra suscrito a diversos acuerdos internacionales que lo invitan a adoptar medidas estratégicas para contribuir a la mitigación del cambio climático mundial. El país ha impulsado diversos planes de acción, tales como la Estrategia Climática a Largo Plazo y el Programa de Gestión del Carbono. Sin embargo, el Proyecto de Ley Marco de Cambio Climático aún se encuentra en tramitación.
Este hecho posibilitó que la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de Coquimbo aprobara el polémico proyecto minero-portuario Dominga. Ante ello, las organizaciones ambientales y especialistas de PROMA y CR2 manifestaron su preocupación ante las incongruencias del accionar del país en materia medio ambiental.
La profesora Gallardo asegura que “este tipo de contradicciones vitales no nos avecinan a un escenario positivo. Debemos disminuir las disonancias cognitivas y entender que mientras más tarde se tomen medidas, más costoso será nuestro futuro. Resulta importante continuar impulsando iniciativas como el programa FONDAP, para conjugar las capacidades científicas en un sentido amplio”.
Para el académico de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile e integrante del PROMA, Javier Simonetti, “debemos ser ambiciosos en las metas que nos fijamos y dar señales claras a la población. Esta decisión que se ha tomado a escala regional es una bofetada a todos quienes han demostrado que el proyecto Dominga tiene un impacto contundente sobre el entorno. Es una vergüenza que aceptemos este tipo de acciones, sobre todo cuando estamos en conocimiento de la preocupante situación mundial”.
A su vez, el experto agregó que la biodiversidad chilena ya está siendo afectada por el cambio climático, “las especies se están desplazando, las modificaciones en el uso del suelo son reales, y en la medida en que Chile solo se preocupe de un poder económico y no tome en cuenta la opinión de la academia, el futuro no es alentador”.
Finalmente, el vicerrector de Investigación y Desarrollo (VID), Flavio Salazar, señaló que “el rol de las universidades públicas es fundamental respecto al estudio de los orígenes y eventuales consecuencias del cambio climático. En la Universidad de Chile comprendemos que estos fenómenos no deben ser abordados desde solo una dimensión y durante años, hemos contado con visiones transdisciplinarias a través de los distintos centros, unidades académicas e investigadores para aportar a la mitigación y adaptación frente a estos escenarios”, destacó.